Dos años de historia.

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Ojalá poder escuchar el pentagrama de tus sueños, para así poder entender la melodía de tus miedos. Ser el águila que vuele sobre tu cuerpo, y reconocer cada centímetro de curvas que define el viento. El amor a veces mata, pero el tuyo cura mi rabia, dejé de ver como mi patria el deseo de morir.

Fijé mi mirada en tus pupilas y dejé de ser así, por fin en mi vida tenía ganas de vivir. Me arrancaste sin pensarlo el miedo a querer, y me enamoré de tu temeroso placer de hacerme feliz.

Dos años ya de historia viendo la luz de la Luna reflejada en tus pestañas, el poder del fuego en tus mejillas. Cubriendo tu cara una a una todas te deslumbran, es un cielo de pecas fugaces al que le rezo existir, el cielo que me hace ser, que se ilumina cada vez que te hago sonreír.

No soy poeta ni cantautor, solo una tormenta que alza un grito en tu honor. Perfecto, ni por asomo lo soy, ni en sueños quisiera serlo, porque me encanta sacarte de quicio con mis defectos y enamorarte cuando ves cierta belleza en ellos.

Sin ti seguiría siendo, pero me convertiría en una estrella moribunda, perdiendo mi luz, perdiendo mi calor, perdiendo mi ser. Que la Luna y nuestras cuatro paredes sean testigos de nuestros amoríos. Dos años de historia, y muchos más que sumar contigo.

La historia de un poeta sin poemas.Where stories live. Discover now