APATHETIC (Messi x Ochoa)

Capítulo 2: Día de suerte

Las cosas, las personas y los sentimientos siempre están en constante cambio.

—"Los esfuerzos siempre dan frutos"— mentira.
Una vil mentira creada por un montón de gente que quiere mantener a los demás positivos, felices y satisfechos.

—"Las cosas siempre pasan por algo"— otra estupidez, ¿De que le servía tanto sacrificio si al final de cuentas, la vida, las circunstancias, dios, el cosmos o lo que sea que mueva las cosas haría lo que se le hinchara en las pelotas?

Y como en la vida de Lionel todo parecía una broma sacada de una mala comedia gringa, ahora se encontraba tomando un vuelo para visitar a su tía en México.
¿Cómo es que la vida lo puso en estas circunstancias? Fácil, después de haber golpeado a su terapeuta, los problemas con sus padres se "complicaron" de cierta manera. Parecía que cada pequeña discusión que tenían era su culpa (y si lo era) así que ambos acordaron, que, por la salud mental de todos (en realidad sólo de ellos) Lionel pasarías las vaciones de verano en casa de la hermana de su madre, en nada más y nada menos que México.
Era gracioso de pensar, que una persona como Lio que solo iba y venía de la escuela a su casa y de vez en cuando a las canchas deportivas, ahora estaría viajando a otro país del que solo conocía gracias a las clases de geografía a las que vagamente prestaba atención.

—Sí, esto es una pésima comedia... — nisiquiera pudo fingir una sonrisa, esto parecía un sueño demasiado bizarro.

Si alguien quería conocer su opinión (cosa que nadie tomó en cuenta) la idea de viajar no le molestaba, en realidad nisiquiera le importaba para empezar, pero el echo de que sus padres simplemente lo montaron a un avión sin que pudiera negarse solo para deshacerse de él un par de meses si que lo irritó un poco.

Cuando el avión por fin aterrizó alguien que enseguida reconoció como su tía Patricia, lo estaba esperando con otras dos personas que no logró identificar.

— ¡Lionel que gusto de verte! — su tía lo envolvió por completo en un jovial abrazo, se sintió raro, casi nadie se emocionaba al verlo — Mira que lindo y grande que te has puesto — siguió con los halagos y la cercanía; aún seguía molesto por la decisión de sus padres, pero simplemente no podía ser grosero con su tía, ella era muy amable.

— Gracias tía — realmente no sabia que más decir, esforzó la mejor sonrisa que pudo y correspondió el saludo con un pequeño abrazo.

— Mira, él es mi esposo Juan y este es su sobrino Javier — ambos hombres se acercaron y saludaron con un apretón de manos y un pequeño abrazo. Su tía hace ya más de 5 años que se había casado y ambos decidieron que vivirían en México, el lugar de nacimiento de su nuevo esposo.

— Un gusto por fin conocerte Lio — el hombre volvió a darle un cálido apretón en el hombro, para, con este gesto mostrar que sus palabras eran sinceras — Este de aquí es Javi, mi sobrino.

— ¿Que onda, como estas? — y si Lio creia que la situación ya era rara, este adolescente lo hizo parecer aún más, lo saludo con un fuerte abrazo como si fueran amigos de toda la vida, incluso palmeando su espalda un par de veces con mucho entusiasmo — un gustazo, soy Javier, pero puedes llamarme Chicha, vente, te ayudare con las maletas — y sin más el chico tomó ambas maletas como si no pesarán nada y camino a un lado de Lio con total camaradería. — contame mi Lio, ¿Conoces el término "cariñosas"? — dijo con un intento pésimo de acento Argentino mientras dirigía a Lio a donde se encontraba el automóvil de sus tíos.

— No... — antes de que el chico dijera otra palabra un golpe en la cabeza de Chicha fue lo que recibió por parte del tío Juan y seguido de este, un pequeño regaño.

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— ¡Memooo! ¿Donde esta Chicha?— la ronca voz del señor Francisco se escucho por todo el negocio seguido de una pequeña tos que apenas duró cinco segundos — seguro solo se anda haciendo pendejo por ahí — prosiguió mientras leía el periódico en la sección de deportes — bueno, si fuera posible serlo aún más...