Capítulo 3: Lo que siento

1K 154 76
                                    

El primer paso para resolver un problema es aceptar que lo tienes.
El detalle era que Lionel no sabía identificar cuando tenía o no uno, pero, por alguna razón su subconsciente, o tal vez su instinto, encendía un alarma acompañada de mil focos rojos cada vez que a su mente llegaba el claro y continuo recuerdo de Guillermo.

Era una combinación de extrañas sensaciones, no sabría que nombre otorgarle a cada una, pero sin duda eran nuevas.
Su cabeza no dejaba de presentarle en pantalla grande la imagen de Guillermo sonriendo como si de una función de cine se tratase, además, ninguno de sus sentidos estaba cooperando en intentar amagar cada sensación al máximo, sus manos aún perseguían el recuerdo del toque calido en las mejillas de aquel chico, su nariz no dejaba de percibir un olor fresco y cinético.
Cada segundo se volvía erráticamente ansioso buscando en su mente algo que físicamente no tenía idea de donde se encontraba, y eso, de alguna manera, lo hacía estar un poco irritado a la vez.

^^^^
— Y de pronto un día de suerte, se me hizo conocerte — la crispante voz de Chicha resonó por muy encima de la risas de Guillermo, mientras cantaba una melodía acentuando la letra "e" al final de cada oración — y te cruzaste en mi camino y ahora creo en el destino — esa fue el final de su canto que en cuestión de milisegundos se convierto en una constante carcajada — que paso mi Memo si el Lio no esta tan chaparro como para no verlo — continuo riendo mientras levantaba la bicicleta azul.

— Pendejo... — comenzó a levantarse aún adolorido y mirando con un mirada furica a su adolescente amigo — mi papá me mandó a buscarte — cuando estuvo completamente de pie extendió su mano al chico argentino para que le sirviera de apoyo — esta bien enojado por que no has ido en todo el díacontinuo mirando a Chica y hablando con el mientras Lio se ponía de pie sosteniendo la mano de Memo.

— Nah, dile que no se agüite*, ya iba para allá — la tranquilidad desbordaba por el flacucho cuerpo de Javi mientras se montaba en la bicicleta — nos vemos de rato mi chavos — y sin aviso alguno se fue lo más rápido que pudo en la bicicleta dejando a un indignado Guillermo detrás.

— ¡Chicha! — alzó una mano intento hacerle señas a su amigo que estaba por cruzar la esquina de la calle — mi bici....cleta — ya era muy tarde, se había ido y ni polvo como rastro había dejado — ese hijo de ... — se trago para si mismo la última palabra al percatarse que el chico a su lado lo miraba expectante — eh, perdón de nuevo, deberás que no fue mi intención— se disculpo nuevamente apenado mientras palmeaba un poco el hombro del contrario intentado sonar amistoso.

— ¿Te duele? — Lio hizo un ademán apuntando el brazo que Memo aún frotaba.

— ¿ El brazo?, no, esta bien, no pasa nada, ¡mira! — intentando no hacer sentir mal al otro, Memo movió su brazo en pequeños estiramientos fingiendo que no le molestaba — ¿vez?, todo bien, no te apures — de nuevo volvió a sonreír y sacudió un poco su propia ropa — ya me tengo que ir, por que si llego tarde me dejaran sin sueldo — volvió a dar un pequeño golpe al costado del brazo de Lionel — nos vemos güero — sacudió la mano despidiéndose y dio media vuelta.

— ¡Che, me llamo Lionel! — y de nuevo un impulso de hacer cosas que nunca antes había echo (como gritar) se apoderaron de él en un momento de desesperación.

APATHETIC (Messi x Ochoa) Where stories live. Discover now