APATHETIC (Messi x Ochoa)

Capitulo 11: Bailando solo

La primera vez que su cuerpo se lleno de alcohol terminó inconsciente, vomitado y con resaca. Juro en nombre de Dios que jamás se permitiría terminar en ese estado tan deplorable nunca más.

Y más sin embargo su juramento se desvaneció apenas le ofrecieron la primera (de muchas) lata de cerveza en la fiesta. Después una bebida saborizada preparada por el barman, luego un shot de tequila, otro de whisky y finalmente uno de vodka que le provocó un temblor en las piernas acompañado de una lengua enredada.

¿Cuanto había pasado desde que llegaron?

Un equivalente de 1 hora y media.
Se sintió ligero a pesar de que comenzaba a tambalearse, su mandíbula no dejaba de formar una sonrisa. Las personas presentes parecían todos iguales, hombres y mujeres. No había diferencia, quería saludar a todos y cada uno de ellos. Y así lo hizo.

Ignorando completamente a su compañía inicial(Andrés), continuo su camino por toda la casa, conversando, riendo y bebiendo con todo aquel ser vivo que habría acudido aquella fiesta.

No paso mucho tiempo para que costará moverse sin tropezar con sus propios pies, mientras una extraña sensación inundaba su estómago e intestino, la idea de lanzarse a la piscina lo estaba tentando por sobre manera. Y como se consideraba a sí mismo una persona de poco rasocinio que sucumbia a cada uno de sus impulsos se acercó hasta la orilla decidido a lanzarse, dando un impulso hacia en frente con la punta de sus pies, esperando un impacto que nunca llego, al contrario, ahora estaba literalmente flotando, sus pies dejaron de tocar el suelo y el torrente de agua parecía alejarse.

— ¿No crees que es demasiado tarde para tomar un baño? — una voz que no supo reconocer le hablo — ¿Estas solo? — el hombre desconocido lo estaba cargando sin dificultad alguna.

— No, mi ángel de la guarda me acompaña — no había coherencia en lo que estaba diciendo, ¿pero cuando realmente lo tenía?.

— ¿Cómo? — el hombre estalló en risas mientras ayudaba a Javier a tomar asiento en uno de los sillones de la sala — eres muy gracioso, pero en serio, ¿viniste con alguien?, es peligroso que estés solo y ebrio.

— No estoy borracho — Claro que lo estaba y más de lo que le gustaría admitir — Vengo con Andresito.

— ¿Andresito? — el chico intento recordar si conocía a alguien con aquel nombre — ¿Sabes donde esta? — se rindió, no tenía idea de quien se trataba.

— Ni idea — fue la respuesta corta que otorgó Javier.

— Bueno, ¿Te parece si lo esperamos aquí?— el chico hizo una pausa — ¿Cuál era tu nombre? — detalle importante que olvido cuestionar.

— Javier Hernández, ¿El tuyo? — le tomo un momento para concentrarse en el rostro del chico que impidió su salto a la piscina, una sonrisa blanca, casi como aquellos anuncios de colgate que veía en la televisión adornaba el rostro del joven delgado y moreno.

— Soy Neymar da Silva, pero puedes decirme Ney — la mano del chico brasileño se extendió para saludar al aún desconcertado y muy ebrio joven mexicano — Mucho gusto Javi.

Javier admiro por otro cuarto de segundo la mano de Neymar para explotar en una risa involuntaria devolviendo el saludo para después abrazar al chico con una confianza envidiable.

— ¡El gusto es mio! — expresó aquello con tanta emoción que parecía que estaba gritando. — ¿De donde dices que eres? ¿También eres compa de Saúl?

— Soy de Brasil — el chico aún seguía sonriendo y se mantenía amigable — Saúl es el anfitrión, ¿cierto?, no tengo el gusto de conocerlo aún, vine por que tenemos un amigo en común, solo eso.