Misterio a la Orden

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Minutos luego de que a Jeremy le llegase el mensaje, poseía una sonrisa astuta cuando leyó los términos y condiciones. El sólo convertirse en ganador era su deseo, mas allá de lo económico que prometiera. Qué más que ser admirado por cada persona en la universidad como el mas habilidoso. Su existencia era enfocada a sobresalir y esa era su oportunidad. Claro que no se oponía a algo de dinero adicional.

Para Foebe, en cambio, lo tomaba como un reto a sus habilidades. El resto le parecían ingenuos al pensar que tenían posibilidades de lograrlo teniendo la mitad de su coeficiente. Bueno, quizás exageraba.

Su deseo era probarse a sí misma,  mostrarle a todos que los números no era inservibles, que se arrepintieran de haber dormido en sus clases de matemáticas, y quizás sacarle en cara a Jeremy que ella siempre tenía razón. Eso último no lo iba a admitir, pero si que lo disfrutaría.

A Kal, muy a diferencia del resto, le divertía la idea. Desde que se supo que el príncipe estaba en su universidad pensó en buscarlo. Su incomodidad al llegar y sentirse observado ahora formaba parte de las razones pero la principal ni se asemejaba. En su niñez le había atraído las series detectivescas, especialmente Scooby Doo. Aquel grupo compuesto de personalidades distintas envueltas en misterios paranormales. No pudo evitar reír. Sentía demasiada similitud entre ellos y su grupo de amigos, lo único faltante era la mascota. Y eso quería, una aventura en equipo.

Cuando Irene vio el mensaje sólo pensó en una cosa, su bienestar. Las ideales de ella eran más reales, no buscaba aceptación, admiración o diversión. Ella quería un futuro asegurado, el deseo de una vida casi hecha. Su familia y ella pasaron por mucho y sentían que lo necesitaban y a la vez lo merecían, estabilidad.

Como pueden darse cuenta, cada uno poseía sus propios motivos, algunos más interesantes que otros. Algunos más materialistas, o más egocentristas o muy yoistas. No es un ataque posiacaso. La incógnita era si trabajarían juntos o por separado. Existia esa frase "divide y venceras" una buena para guiarse a decidir pero ahi estaba esta otra frase "todos para uno, y uno para todos" y la verdad es que barbie y las tres mosqueteras siempre tenía razón.

A pesar de eso, todo parecía indicar que cada uno tomaría su camino, eran distintos sus objetivos, distintos métodos de ataque y distintas personalidades.

- Creo que ya tienen su respuesta - indicó Kalleb observando con intriga a sus amigos.

Los otros aún pensaban en los pros y contras. Era una oferta tentadora. El que había hablado solo imaginaba como sería su trabajo en equipo. Un asco, pensó. Pero no faltarían las risas.

-Solo pedí una razón- hablo Jeremy - pero esto es más que eso - habló inseguro

Podría ser mejor por separado, pensó. Su lado egoísta quería recibir los elogios solo, ser el único.

- Son miles de estudiantes - añadió Foebe - la posibilidad de éxito se reduce a menos del 1% - informó

Ella también buscaba desanimar a sus amigos, su lado competitivo salía como en cada concurso de matemáticas. Ademas,matemáticamente, no es que tuvieran muchas posibilidades.

- Trabajar juntos no es nuestro fuerte - Irene era sincera siempre - quizás sea mejor no arriesgarnos.

Y en eso tenía razón, podría ser desventajas que trabajarán juntos cuando nunca lo habían hecho. Añadido a eso, su personalidades a veces chocaban como la de Jeremy y Fib. No quería que su amistad acabase por buscar a un príncipe.

Las palabras de sus tres amigos desanimaron a Kalleb y hecharon a bajo su fantasía. Ellos se veían reacios a formar un grupo, era bueno de alguna forma. Sus amigos no iban a ser parte de quienes fueran tras el príncipe y eso hablaba de su lealtad a los reyes y la corona.

Un Principe no tan Rey [En Bloqueo]Where stories live. Discover now