Sacrificios

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Pov Principe

El príncipe se encontraba leyendo un libro sobre filosofía griega que le parecía curioso. No era muy amante de ese tipo de escritos, pero había encontrado en ellos mucha tranquilidad. Mantenía su mente ocupada tratando de entender cada idea, especialmente cuando las cosas no salían como planeaba.

Iba pasando de pagina cuando unos pasos que ya había aprendido a reconocer llegaron hasta él. Las manos del príncipe apretaron el libro con frustración cuando los zapatos del emviado se posaron casi en diagonal a su asiento con su cabeza levemente inclinada y sus manos juntas adelante.

El chico se detuvo de tal manera que cualquiera que lo viese obviamente cuestionaria su actuar. Sin embargo, no había nadie cerca.

Lo siguiente, fue lo que más le sorprendió. No esperó su permiso para comenzar a hablar. Fue directo y breve, tampoco necesitaban darle vueltas a los asuntos en su situación.

- Leo estuvo comunicándose conmigo - informó el enviado a lo que el príncipe detuvo su lectura algo enfadado - parece que necesita hablar con usted urgente - aclaró sin sentarse aún.

Eran breves las ocasiones en que podían hablar seriamente de lo que les preocupaba o lo que cuestionaban. La mayoría de lugares dentro de la universidad eran por completo de dominio público.

- Siéntate - ordenó el príncipe en un susurró, no se veía adecuado que estuviera de pie en la biblioteca.

El joven hizo caso apresuradamente sin perder el porte que caracterizaba su papel como protector del príncipe. Mientras eso, el príncipe lo miró con dureza recordando lo que había pasado horas antes. Sin dejarse llevar por esas emociones, recordó a Leo. Si su deducción era correcta, al enviado darle esa información de primera mano, estaba yendo contra órdenes superiores. ¿Por qué se lo decía?

- ¿Puedo hablarle ahora? - indagó el futuro Rey regresando la vista del libro frente a él.

Moría por conversar con Leo, tenía tantas cosas que decir y preguntar. Sin embargo, trato de no verse así, cada movimiento cada reacción de él era sumamente importante. Aunque en ese instante sólo lo estuviera viendo el joven de su confianza, debía seguir controlandose.

- Sí - contestó rápidamente el chico sacando un celular - dijo que lo llamara ni bien pueda.

El príncipe alargó su mano hacia el enviado para recibir el celular. Lo tomó inseguro de lo que iba a escuchar, sabía que eran malas noticias. Se paró dejando el libro a un lado y caminó diciéndole a su joven enviado que lo esperase en la salida. Había cosas que no tenía que escuchar.

Unos metros lejos, prendió la pantalla y llamó al único número que figuraba en el registro de llamadas. Lo había llamado a través de su hombre dentro de la universidad y no directamente a él. Algo que era muy extraño si no fuese porque el ya deducia la razón.

Unos tonos después escucho que respondían.

- ¿Príncipe? - preguntó la voz apagada.

Cuando el nombrado lo escucho hablar, algo se rompió en él. Nada iba por el camino que esperaba y lo comprobó al escuchar a un apagado Leo. El príncipe no había previsto lo que estaba pasando con aquel hombre.

- Leo - pronunció su nombre con pena.

Lo siento, pensó. Tenía tantas cosas que decirle pero ninguna palabra le salía.

Quizás era mejor así, sin mostrar debilidades y sin dejar que cualquiera que los escuchara, supiera más cosas.

- No podré estar cerca a usted en algún tiempo - le informó el hombre con un suspiro seguido de un silencio entre ambos.

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⏰ Dernière mise à jour : Aug 31, 2023 ⏰

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Un Principe no tan Rey [En Bloqueo]Où les histoires vivent. Découvrez maintenant