T‐7

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Pov. Lisa

-No puedes hablar en serio.

-¿Por qué no?

-Pero... Estarás desnuda... Te pagaran para que te toque una completa extraño... ¿Qué pensarán mis presuntuosas amigas de mi hija prostituyéndose por dinero?

La última pregunta es probablemente la mayor preocupación de mi madre, más que cualquier aversión particular a la desnudez.

La Dra. Chaerin Manoban es propietaria de cinco clínicas privadas en Seúl, por lo que ha visto una buena cantidad de desnudez.

También tiene un Doctorado, una maestría y unas tres licenciaturas, que yo sepa.

Uno pensaría, en base a su éxito combinado y su belleza exterior, que sería difícil encontrar un compañero de vida igual a ella.

Y sin embargo, lo hizo: Mi padre, Siwon Manoban.

Es un Desarrollador inmobiliario extraordinario.

Había acumulado suficientes propiedades en alquiler a la edad de treinta años, para que se le pidiera hablar en exposiciones inmobiliarias como orador invitado, razón por la cual actualmente está ausente de nuestro almuerzo familiar obligatorio en el restaurante más elegante de la ciudad.

Sus huevos saben a mierda.

Mi hermana menor, Minnie ni siquiera parpadeó cuando le di la noticia de mi nuevo trabajo remunerado.

Ni siquiera levanta la vista de su celular, cuando mi hermano con síndrome del niño del medio, Bambam comienza a cacarear como una hiena.

-Silencio-mi madre lo regaña, cuando la risa de Bambam llama la atención de nuestra mesa vecina.

Vuelve su mirada severa hacia mí.

-Lisa, realmente no puedes hablar en serio ¿Por qué te degradarías de esa manera?

Me recuesto en mi silla, hasta que las patas delanteras se levantan del suelo.

Si soy honesta, su reacción apesta.

Pero no esperaba menos dado que mi madre siempre ha odiado, que me quede como modelo y mi hermano siempre ha disfrutado el hecho de que él y Minnie están siguiendo los pasos de nuestros padres, mientras yo solamente modelo ropa nueva.

A pesar de la decepción que siento por su incapacidad para emocionarse por mí, mi rostro se convierte en una máscara de indiferencia.

Incluso me encojo de hombros por si acaso.

-Me pagará lo suficiente para mudarme a mi propio lugar y la artista, es una próxima estrella en el mundo del arte contemporáneo. No está pasando nada sórdido.

-¿Nada malo?-Bambam interviene con una carcajada-Estoy seguro de que eso es lo que dicen todas las estrellas porno, cuando se bajan los pantalones y se mueven frente a la cámara.

-¡Bambam!-mi madre exclama de nuevo, cuando él comienza a empujar sugerentemente en su asiento.

Claramente, mi hermano está pasando un buen rato escuchándome admitir que estaré modelando desnuda.

No sé de dónde vino su animosidad o cuándo comenzó.

Tiene veinticinco años, por lo que no hay una diferencia de edad lo suficientemente grande como para justificar un malentendido generacional.

Puede ser porque nuestras filosofías de vida son muy diferentes: Donde pasé mi juventud festejando, charlando con chicas y abandonando la universidad.

¿Puedo tocarte?/Jenlisa(G!P)Where stories live. Discover now