T‐32

1.2K 197 2
                                    

Pov. Jennie

Estoy orgullosa de Rosé.

Es capaz de hacer malabares con su atención entre Jisoo y yo en la pista de baile, sin hacer que ninguna de las dos se sienta como una tercera rueda.

Supongo que es más fácil que Jisoo y yo podamos socializar con otras personas, como Ten, Bambam y Jackson.

No tengo forma de medir qué tan buenos son para bailar, pero por los sonidos que hacen, los imagino a todos con movimientos que recuerdan a los de doce años, que aparecen en su primera fiesta mixta.

-¿No se supone que los modelos son elegantes y místicos semidioses, que son buenos en todo-Rosé susurra, confirmando mis sospechas.

-Supongo que es una suerte que sea ciega ¿Verdad?-pregunto y me río, cuando Rosé pone mi dedo índice en su mejilla para que pueda sentirla asintiendo con entusiasmo.

-Voy a tomar un trago-le digo y me limpio el sudor de la frente-¿Quieres uno?

-Iré contigo-dice Bambam tímidamente-No me importaría un descanso.

-¿Qué hay de ti, Rosie?-le pregunto a mi amiga mientras frunzo los labios, esperando que capte mi mensaje subliminal para acompañarme a mí y al hermano de Lisa.

Ella debe estar demasiado borracha para darse cuenta, porque dice:

-No. Ya terminé de beber esta noche.

-¿Jackson? ¿Qué hay de ti?-pregunto casi desesperadamente.

-Estoy bien ¡Pertenezco aquí!-exclama.

Mi sonrisa es tensa, cuando Bambam toma mi mano bruscamente.

El hecho de que la agarre en lugar de mi codo, como solía hacerlo Lisa, me ayuda a aceptar que tal vez él es exactamente quien dice ser.

-Ah.. relájate ahí, Bam-me río, cuando Bambam me tira de la pista de baile con la fuerza suficiente, para hacerme chocar con varios asistentes a la fiesta.

-Oh. Lo siento. Nunca antes había guiado a una persona ciega.

-Claramente no.

Cuando llegamos a la barra, se pide una Coca Cola.

No me pregunta qué estoy tomando, lo que de nuevo da crédito a la identidad que reclama para la noche.

-Tomaré un whisky con Coca Cola.

-Debería haberte preguntado qué querías. Lo siento-no suena arrepentido en absoluto, en realidad.

Pero supongo que los empresarios ganan tanto dinero, como los artistas en apuros.

-Todo está bien.

En lugar de llevarme de vuelta con nuestros amigos en la pista de baile, toma mi mano y me lleva a una cabina.

Una vez más, es bastante rudo, pero solo lo suficiente como para hacerme reír una vez más.

-Voy a necesitar un protector bucal, si sigues balanceándome como una toalla mojada.

-Lo siento.

Pongo los ojos en blanco.

-¿Qué tal si no dices 'lo siento' cuando no lo dices en serio?

Se ríe nerviosamente.

-Bueno.

Que tipo extraño.

Lisa me contó sobre su hermano, solo en historias pasajeras sobre su infancia.

Sabía que tenía treinta y le gustaba construir robots, y jugar videojuegos, cuando no estaba estudiando frenéticamente.

¿Puedo tocarte?/Jenlisa(G!P)Where stories live. Discover now