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~Benjamín~

Olvidé la exquisitez de la comida de mi padre; si bien no cocinaba tan seguido, cuando lo hacía se lucían sus dotes culinarios. Había prometido que me haría el desayuno más seguido, pero en este momento me llevaría a mi primera entrevista de trabajo, lo cual era injusto porque papá tenía más dinero del que podría desear y yo no tenía la necesidad de trabajar.

—¿Realmente tengo que hacerlo? —pregunté por enésima vez.

—Únicamente así lograrás apreciar todo lo que te hemos dado.

—Ok, váyanse ya que se les hace tarde. Y la puntualidad es un factor valioso en la elección de nuevos empleados —asegura mamá.

Y mi vida no se caracterizaba por obrar a mi favor, es evidente.

—Saludame a Brown de mi parte —pidió papá luego de dejarme en uno de los Starbucks de la ciudad.

—Espero que hayas traído tu papelería completa. ¿Comenzamos? —me sonrío el reclutador.

—Una pregunta antes de iniciar, ¿el puesto de gerente está libre? Porque me gustaría mucho esa vacante.

—Lo lamento, Benjamín, ese puesto ya está ocupado por tu servidor —se señaló a sí mismo con el dedo y le dió una revisada a mi currículum. Yo empezaba a desesperarme. Siempre había sido un chico hiperactivo y esto era sumamente aburrido.

—Así que no hay nada aquí para mí.

—Uh, allí está el mal humor del que me advirtió tu padre —rió ante su propio comentario, lo cual a mi no me pareció gracioso.

Traté de hacer mi mejor esfuerzo para no ser grosero, pero mi paciencia ya está al límite, así que no puedo controlar mi boca.

—Ok, ¿Y cuanto más de mi tiempo vamos a perder? —pregunté yendo al grano.

Ya me quiero ir.

Oh, no te preocupes, no voy a darte el empleo. Considera esto respeto a tu padre.

Me devolvió mi currículum con una cara que denotaba enfado. Ni siquiera me molesté en darle los saludos que papá había enviado y me fui de allí. Llegaría a casa antes de lo esperado.

~×~

Terminé mi relato.

—¿Hay algo que sí sea cierto en tu historia? —pregunta papá con un apice de molestia en su voz, mamá parece seria. Estoy en problemas.

—¡Absolutamente! La manera tan descarada en la que dijo salir del lugar, es lo único que suena a él.

Oh.

—¿Ustedes saben qué fue lo que pasó? —asintieron.

Me miraron.

Sin esperar a que respondieran mi pregunta, comencé a imaginar los posibles escenarios donde me torturaban con sus crueles castigos. No quiero saber nada de Starbucks otra vez en mi vida.

~×~

~Evora Martin

Me encuentro en una cafetería.

—¿Vas a darnos la tarea de Álgebra? —él negó en silencio—. No puedo creerlo Clover, ¿Vas a traicionarnos de esa manera?

Nadie dice nada.

—No me obligues a hacerlo, Clover.

Pero toda mi amenaza se va al diablo cuando su hermano gemelo termina de analizar los apuntes de Clover y afirma que el tema no está complicado. No debería haberlo hecho, ahora tenía tarea que hacer.

—Es fácil.

Ojalá.

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