4 - De Vuelta Al Juego

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Harry tuvo mucho trabajo esos días, y sus ratos libres los dedicó a preparar el cortejo.

Louis en cambio, tomó la mala decisión de alejarse. Lo estaba matando la situación, el no poder avanzar, y sólo tener por esos días mensajes que no calmaban sus miedos y menos sus ganas de estar con el alfa. Necesitaba despejarse. Hubiera sido tan distinto si sólo pudiera verbalizar lo que sentía, pero no, tomó el camino complicado.

Era viernes por la noche, y Harry estaba muy nervioso porque los mensajes de Louis estaban siendo muy fríos, cortos y sin interés. Sabía por Liam que irían a una fiesta en un bar y decidió que era un buen momento para enfrentar lo que fuera que estuviera pasando.

Llegó un poco tarde, porque tuvo que pasar a comprar el ramo de rosas más lindo del mundo. Lo dejó con cuidado en el asiento del copiloto, con una gran sonrisa. Quería ver la carita hermosa de Louis cuando lo recibiera.

Estaba impactante. Se había esmerado en verse más guapo de lo normal: Jeans ultra ajustados, rasgados en las rodillas, botas negras con detalles de correas, camisa negra con transparencias, sus rizos suaves, cayendo con gracia. Pero lo más atractivo en él esa noche, era su energía: Derrochaba felicidad y seguridad.

Todo eso desapareció al minuto siguiente, cuando vio a Louis abrazando y besando a otro alfa. Se quedó mirando la escena, porque tenía la secreta esperanza de ver al omega lanzando lejos a ese tipo, pero no pasó. Después del beso, Louis se veía muy feliz.

Su corazón estalló en mil pedazos, las lágrimas inundaron sus bellos ojos. Sabía que no tenía derecho a sentirse así, pero pensó que tenían algo distinto y especial. Estaba claro que sólo él lo experimentó. Estaba triste, con esa tristeza que viene desde tus entrañas y que quema tu cuerpo. Miró por última vez a la feliz pareja, dispuesto a dejar todo atrás, y fue cuando Louis lo vio, y la realidad lo golpeó:

¿Qué estaba haciendo? La mayor estupidez de su vida.

¿En qué momento pensó que besar a alguien que no fuera Harry, era buena idea?

Pudo ver la desilusión en esos ojos verdes que lo tenían cautivo. El alfa que tenía a su lado intentó seguir con lo que tenían, pero sólo recibió un fuerte empujón de Louis, quien intentó caminar hacia Harry, pero fue lanzado al piso, desmayándose cuando su cabeza golpeó las sucias baldosas. Ese alfa no iba a permitir que un omega ordinario lo rechazara.

Harry inevitablemente acudió en su ayuda. Jamás permitiría que alguien dañara a un omega, menos si ese omega era quien iluminaba sus días, aunque ahora lo había dejado en la más horrenda oscuridad. Agarró al alfa, y de dos golpes le rompió la nariz y le desencajó la mandíbula. Torció su brazo hasta fracturarlo y luego lo lanzó sobre una mesa, donde cayó pesadamente sobre los vasos y copas, cortándose en varias partes. No podía callar de otra manera la voz interior que le mandaba cuidar a su omega y matar a quien le hiciera daño, se desconocía.

Tomó delicadamente a Louis del piso, y lo llevó hasta afuera. Se sentó, acomodando lo mejor posible al omega en sus brazos, y llamó a Liam, quien pronto hizo acto de presencia junto a Zayn. Les pidió que se llevaran a Louis, él no podía hacerlo.

Cuando Louis despertó, estaba en la casa de Zayn, eran las seis de la mañana. Le dolía la cabeza, pero lo peor, era la vergüenza que sentía y el odio hacia él mismo. La imagen de la carita de Harry se le repetía una y otra vez, de manera incansable. Se le apretaba el pecho y sabía que esta vez iba a ser casi imposible recuperar lo que tenían. Se maldijo una y otra vez, aborreció el momento en el que pensó que alejarse de Harry era una buena idea y renegó un millón de veces del instante en que aceptó los coqueteos de ese infeliz que no le llegaba ni a los talones a su alfa.

A Different Love, Omegaverse History (L. S.)Where stories live. Discover now