5 - Descubrirte

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Louis estaba inmensamente excitado, de una manera nueva, de una manera completa, de una manera que rebalsaba sus sentidos, que lo tenía en una burbuja de placer máximo. Ese alfa era todo y más. Era un exceso de perfección y lujuria, y era sólo para él.

Los dedos de Harry tocaron con intensidad cada parte de su cuerpo, al igual que su boca. Su lengua le mostró lugares que desconocía, sensaciones de éxtasis jamás investigadas. Cuando llegó a su cintura, quitó sus pantalones y su ropa interior, admirando con obscenidad el gran miembro del omega. Harry que estaba totalmente entregado a ser delicado y suave, se descontroló. Su boca comenzó a elaborar una cantidad grosera y nunca antes vista de saliva.

Sin poder aguantar más, se lo metió en la boca de una sola vez, atragantándose, pero no lo iba a soltar. Louis estuvo a punto desmayarse de tanto placer, sus gemidos eran pornográficos, ni en sus mejores sueños lo habían tomado así. La lengua de Harry se movía en forma de remolino, sus manos apretaban su trasero empapado en lubricante, que corría en exceso por su muslos. Chupó sus dedos, saboreando el dulce sabor, sólo un par de segundos antes de seguir chupando cada vez más rápido el miembro tan duro y tan suave delante de él. Lo tomó con las dos manos y se lo pasó por la cara, oliendo, lamiendo, mojándolo.

"Eres delicioso omega, eres mi lugar favorito... tan precioso, perfecto, mío"

Palabras libidinosas e impúdicas salían de la boca de Louis. No podía creer que ese alfa que él ya llamaba suyo, podía hacerlo sentir de tantas maneras distintas. Necesitaba más, mucho más, nunca podría estar satisfecho.

Harry se deshizo de su correspondiente ropa, y en la misma posición en el sillón, acarició su propia erección, mojada ya con sus naturales fluidos, y sin poder demorar más el momento, comenzó a entrar en el omega. Lo tenía abrazado, sus manos en su espalda, mientras besaba sus labios y su cuello, y le decía cuánto amaba tenerlo así.

Louis sintió el gran miembro abrirse paso entre sus piernas, comenzando a penetrarlo sin pudor, llenándolo lentamente. Lo sentía palpitar en su interior, mientras su lubricante amenazaba con empapar la ciudad, de tan caliente que se sentía.

Los movimientos de Harry eran maravillosos, exactos, profundos, intensos, apasionados y fuertes.

"Alfa... sí, así, alfa..." Eran las únicas palabras que logró formular. Su garganta estaba seca de tanto gemir, su cuerpo empezaba a temblar de satisfacción, un delicioso calor lo empezó a cobijar, los espasmos encendiendo su orgasmo.

Harry no estaba mejor. Estaba disfrutando cada segundo de ese momento, de su omega, de su belleza, su cuerpo, su compañía, su ser completo, sólo suyo.

Un par de embestidas más, y llegaron juntos a un clímax prodigioso. Se quedaron abrazados, mientras el nudo se hinchaba más y más, y Louis lo disfrutaba descaradamente, con una sonrisa que gritaba perfección.

Sus miradas descubriéndose, sin velos ni reservas. El verde con decisión, el azul con ilusión. Juntos en un pacto nuevo, besos frescos, originales, suaves y fuertes, tiernos y ardientes. Una vez que bajó el nudo, Harry llevó a Louis a su habitación.

"¿Quieres dormir?" Preguntó Harry tiernamente.

"Sí, por favor" contestó con los ojitos cerrados.

Harry lo abrazó posesivamente. Sus cuerpos húmedos, sucios y relajados eran una oda a la maravilla de estar vivos. Cuando Harry despertó un par de horas más tarde, estaba solo. Pero escuchó el agua correr en el baño. Fue a preparar un almuerzo ligero, no sin antes dejar una de sus poleras favoritas encima de la cama. Esperaba ver a Louis en ella.

Dejó todo listo en la cocina, y fue a buscarlo y a darse un baño rápido. Lo encontró con una toalla rodeando sus caderas, y su nariz enterrada en la prenda. No pudo evitar sentir su pecho ensanchado de orgullo.

A Different Love, Omegaverse History (L. S.)Where stories live. Discover now