mi caballero de algodón // marcanne

01

NARRA ANNE

Sueños. Los sueños son partes de recuerdos o parte de nuestra imaginación, algunos pueden ser maravillosos como otros pueden ser los peores. Pero si me lo preguntan a mi no me importa si son buenos o malos, lo que me gustaría es quedarme en ellos para siempre pero como la vida es todo lo contrario no quiso aceptar mi oferta. Escuche mi alarma para que poco a poco ese sonido se vuelva más fuerte, con las pocas fuerzas que tuve la apague para removerme en mi cama. No quería levantarme porque había dos razones muy lógicas.

1- Hace un motón de frio.

2- No quiero estudiar.

No me juzguen pero estar allí es de lo peor, creo que algunos entenderán mi punto ya que estar en una habitación lleno de adolescentes con hormonas más alborotadas que un niño cuando sabe que lo dejarán salir mucho más temprano y que además hay gente que es mucho más molesta de lo que alguien cree es algo estresante, y ni digan de los trabajos que dejan, aun no comprendo como la gente siga viva en esta prisión llamada "escuela" pero quien comprende al ser humano, por lo menos el lugar dónde puedo ser un poco libre es en la biblioteca.

Con mala gana me levante de mi cama dejando las cobijas a un lado, me restriego los ojos para acostumbrarme a la luz de la ventana o por lo menos lo que parece luz, me quedo un momento quieta para poder empezar otro día más. Volteó mi cara para ver más allá de ese vidrío que hace que el frio no entre a mi habitación y me doy cuenta que esta lloviendo. Genial, ahora que sigue, que llegue tarde a estudiar o que.

Sra. Boonchuy: ¡¡ Anne Savisa Boonchuy!! ¡sino sales de esa cama ahora yo hare que salgas!!- Menciono enojada, creo que estoy en problemas.

Anne: El mundo me odia o que?!- pensé, siempre esto me pasa, Dios será mejor callarme para que ni el mundo mate lo único que tengo de mis fuerzas.

Me levante lo más rápido que pude para dejar mi cama ordenada, luego me fui a darme una ducha de agua tibia, saben quiero quedarme allí, sentir el agua recorrer mi cuerpo es la mejor sensación que e tenido o por lo menos la más relajante pero era quedarme allí y enfrentar la mayor ira de mi madre o salir más rápido posible para que por lo menos no me de el mejor golpe que me allá dado en la vida, luego de salir de la ducha cepille mis diente. Sali con un puchero del baño para llegar a mi habitación. Era hora de vestirme, me puse una camisa con un estampado con gatos, un suéter con cuadrados negro y blancos, unos jeans beige, unas medias blancas y mis tenis negros. Me recogí mi pelo en una coleta alta, me gustaría llevarlo suelto pero no puedo, me sentiría algo extraña ya que así me lo dejo cuando me siento libre pero no es el momento de contar mi vida.

Baje lo más rápido que pude y aun me impresiono que no me haya tropezado para al final caerme pero bueno que puedo esperar, llegue al comedor para comer lo más rápido que puedo, no quiero hablar con mi madre ahora ya que no es el momento indicado, solo me despedí de ella y me fui de mi hogar, si tengo suerte (que es lo mínimo que no tengo en esta vida) puede que llegue unos segundos antes de que llegue el auto bus, por lo menos como soy atlética no se me hizo muy difícil llegar justo a tiempo, solo me tomo algunos segundos en reponerme para al final entrar al ya mencionado. Al parecer estaba muy lleno así que decidí en quedarme parada sujetándome para no caerme encima de alguien, por lo menos logre llegar. Me distraje viendo la vista por la ventana y pues apenas me di de cuenta que estaba un poco mojada, se me olvido el paraguas hay por mis ranas. Este día si que va ser muy largo.

***

Luego de bajarme del auto bus me dirige al gran edifico que su nombre dichoso es escuela, al parecer llegue un poco temprano por lo menos es un logro, no?, me dispuse a llegar a mi casillero para guardar algunas cosas y arreglarme un poco pero me fui sorprendida por alguien que me abrazo por detrás.