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NARRA MARCY

La cena estaba lista, cada bocado de la deliciosa sopa que hice, cada una disfrutaba del platillo mientras nuestras voces se escuchaban en la sala, las dos estábamos hablando de cosas triviales, pude escuchar cada palabra salida de su boca que comenzaba a agradarme esa melodiosa voz. Ella estaba hablando sobre los nuevos trabajos que nos dejaron para el fin de semana y con solo ver sus expresiones no creo que le agrade, yo no me dispuse a darle algunos consejos para que pueda terminar más rápido sus actividades escolares al parecer a ella le gusto incluso me pidió si la ayudaba en algunos, no me molesto para nada en ayudarle así que acepte.

Cuando ya no teníamos nada en nuestros planto me levante para poder recogerlos con la idea de lavarlos pero una mano cálida me detuvo de repente, con esa acción solo gire mi cabeza donde estaba la que puso su mano, obviamente era Boonchuy que su mirada mostraba preocupación, aproveché este momento para quedarme varada en esos ojos zafiro que me recuerdan al hermoso mar azul o al cielo despejado, toda una belleza de este mundo.

Anne: Oye, ¿sabes que puedo lavar mi plato?- Dijo con su mano en mi hombro, demostrando su intensión- Además, eres mi invitada la que debe lavar eso soy yo, no tu- Complemento haciendo un movimiento para que las dos estemos frente a frente.

Marcy: Por supuesto que no mi querida princesa, como tu caballero leal debo hacer las cosas más duras. No quiero que arruine sus hermosas manos por solo hacer esta tarea- Mencione con algo de alegría mientras que hacía una reverencia.

Anne: Pero si yo soy la que toma las decisiones más fuerte y yo decido que me des los platos para que puedas descansar- Argumentó cerrando los ojos señalando el sofá detrás- Como princesa debes obedecer- Me siguió la corriente.

Marcy: YA LLEGUE A LA COCINA- Grite rápidamente, mi estrategia funciono, esta se trataba de que Savisa se distrajera con mis palabras para llegar a la concina, sabía que su bondad haría que yo no hiciera nada y eso me parece tierno de su parte, pero puedo ver en su semblante que estaba muy cansada añadiendo que algo dentro de mi pide a ruegos que la ayude, esa parte me controla ahora mismo.

Escuche pasos rápidos acercarse así que apure mi mano que sujetaba la esponja y con la otra gire la manija de la llave para poder abrirla regando el agua a los dichosos platos que al final los deje a un lado ya que no podía quedarme allí sabiendo mi cruel destino, sin nada más que decir salí corriendo de la cocinar pero me olvide que estaba justo en la entrada Boonchuy dejándonos con la consecuencia de ambas en el suelo, como que ahora entiendo de que porque Anne odia el suelo, es un fastidio.

Luego de unos largos minutos de silencio lo rompí gracias a mis risas que poco se volvieron carcajadas, era tan gracioso esta situación a mi parecer porque me recuerda cuando jugaba de pequeña con Darcy a las atrapadas, saltábamos por todos lados o bueno ella porque yo nunca he podido ser muy atlética que digamos, más bien me gustaba la tranquilidad de la yoga pero el punto es que me recordó tanto a esos momentos que no pude contener la alegría, mientras reía como si no hubiera un mañana se me unió Anne la cual también estaba muerta de la risa, su voz es demasiado linda y créanme que cuando ríe es como escuchar la mejor melodía del mundo, sino saben como se siente pues mis queridos les falta tiempo para enamorarse. Espera... ¿pero que dije?.

Me acomode un poco con la finalidad de poder ver a la señora risitas la cual se notaba muy alegre, como si le estuvieran dando cosquillas, una escena tan adorable ante mis ojos. Todo mi al rededor se esfumo solo quedando ella y yo, pude sentir como una extraña sensación se instalaba en mi, una comodidad la cual es muy agradable no se por que se siente tan bien pero no quiero pensar en eso, solo quiero disfrutar del momento.

Pasaron largos minutos para que las dos pudiéramos calmarnos, me levanté con cuidado dejando el suelo atrás para poder quitarme el polvo que se acumulo cuando me caí, me fije en esa castaña que ahora me miraba con una sonrisa plasmada en su rostro pero se notaba que ahora no quería estar más en el suelo por eso deje de limpiarme para posar mi mano al frente de ella con intensiones de ayudarla lo bueno es que la acepto, con un poco de fuerza se pudo levantar agradecida por la acción que hice escuche un "gracias" de su parte, solo asentí y me traslade de la cocina al lugar donde comenzó todo la razón por la que me encuentro allí es para recoger mis cosas con la idea en mi mente de irme, pues ya no tengo razones de quedarme allí.

mi caballero de algodón // marcanneWhere stories live. Discover now