Almas gemelas separadas

1.3K 167 12
                                    

Toge estaba realizando sus exámenes finales. Panda y Maki estaban tan estresados como él. Parecían espectros, ojerosos, se veían como si no se hubiesen bañado en días. Trasnochar no era algo muy saludable, sobretodo para chicos tan jóvenes en pleno crecimiento.
Inumaki era el que mejor llevaba esa situación, no porque fuera extremadamente inteligente o no le costaran los exámenes. No. Toge estaba feliz porque hablo con su alma gemela, parecía un alma en pena... Pero... Sin la pena, un fantasma ojeroso muy alegre. Y hoy por sobretodo, ya que volverían a hablar. Ya había pasado un mes. Tenía en su pieza un calendario en el cual iba tachando los días que iban pasando. A Maki le encantaba burlarse del chico. Le decía que ni ella siendo mujer era tan cursi. Que su dulzura le terminará por podrir los dientes. Panda por su parte lo encontraba adorable. Toge sabía que ambos estaban felices por él. Maki ya había encontrado a su alma gemela, se llamaba nobara, tuvieron la suerte de encontrarse en la escuela. Panda también había encontrado a la suya. De los tres, Toge era el único que aún no conocía físicamente a su alma gemela, ni su nombre.
En conocer físicamente al otro, le llevaba ventaja su alma gemela. El no sabía si era porque no le quería transmitir por pensamientos como era o si simplemente no podía hacerlo.
Todas las almas gemelas eran diferentes. Algunos eran más del tipo receptores y otras del tipo transmisor. Tal vez el era más de los que transmiten pensamientos, mientras que su pareja las recepciona. Solo en las noches de luna llena ambas partes podían recibir y transmitir pensamientos por igual.
Toge había aprendido que su alma gemela se comunicaba más por las tardes. Por lo que ya no esperaba que se comunicara temprano.
Ya llegando a su habitación medio muerto por los estudios, se tumbó boca arriba. Cerro un poco los ojos. No supo cuánto tiempo pasó hasta que escucho.
—¿Estas despierto?
—SI, SI —dijo emocionado Inumaki —estoy aquí atento a tu llamado.
—Ya...ya me doy cuenta.
—¿Pasa algo? Te escucho extraño. ¿No me digas que tu viaje se va a aplazar?
—No, mi viaje sigue igual. Yo... Debo conversar algo contigo.
—Lo que quieras, soy todo oídos.
Tal vez quiere que nos pongamos de acuerdo para encontrarnos cuando llegue a la cuidad, pensó alegre Inumaki.
Su alma gemela se estaba tardando y eso lo estaba colocando nervioso.
—¿Y? ¿Que ocurre? ¿Te podré ayudar de alguna manera?
—Lo siento.
—No te entiendo.
—Yo... La verdad es que... Yo...No... Yo, no podré corresponderte.
—¿Ah? ¿Corresponder a que?
—Yo no te podré amar como mereces. Lo siento muchísimo. No quiero darte falsas esperanzas. Yo amo a otra persona.
—...
Toge se quedó en blanco por lo que pareció una eternidad.
—¿Pequeño? Por favor... Dime algo. Lo que sea, puedes insultarme o decirme que soy un idiota, pero no te quedes callado.
¿Que iba a hacer Toge? ¿Sería correcto seguir hablando con él, mientras lo quiere tanto? Sabía la respuesta, lo sano es no hablarle más, lo sano sería que no siguiera, porque cada día lo amaría más y más. Se conocía y eso es exactamente lo que va a pasar si sigue así. Pero Toge no quería, simplemente no quería dejarlo. Tumbado le corrían las lágrimas por las mejillas y por las sienes.
—Esperaste hasta este momento para decirlo. ¿Que respuesta esperabas de mi parte?
—No sabía cómo decirlo.
—¿Es esa tu excusa?
—No es una excusa, realmente no sabía cómo decírtelo, tenía miedo de que me dejaras de hablar y... Lo siento realmente lo siento.
—No me interesa.
Toge realmente estaba furioso, triste. Él también había sufrido un infierno en su adolescencia e infancia y no por eso era un cobarde indeciso, su sufrimiento no era excusa para correr y lastimar a otros. Así fuera sin quererlo. Siempre fue de frente. Su alma gemela sabía perfectamente que no le correspondería desde un inicio.
—¿Porque no te quedaste con esa persona que amas? ¿Porque tuviste que buscarme a mi? ¿Y hacerme pensar que me querías? ¿Porque me hablaste en primer lugar? Yo ya me había hecho la idea que jamás podría comunicarme contigo, cinco años, ya lo tenía asumido. ¿Sabes la crueldad que acabas de cometer conmigo?
—Yo...
—Me hiciste tener esperanza. Sabiendo que las ibas a destruir luego. Cualquier cosa que me digas no me importa, soy yo el que quedará hecho pedazos. No tú.
—No sabes lo que dices, esto que te digo es tan difícil para mí como para tí.
—No sabes nada.
—Tu tampoco.
—Exactamente, porque no fuiste capaz de contarme o comunicarte sinceramente conmigo, tu alma gemela o por lo menos tu amigo.
—Perdoname.
—NO.
Toge sabía lo que se debía hacer para romper el lazo del alma gemela. Solo era cosa de pronunciar "mi nombre es o me llamo" y antes de que pueda decir el nombre, la comunicación se rompería hasta que se restableciera a sus dieciocho años. Inumaki escogió lo más sano. No era un tonto. Sufriría el infierno en la tierra, lo sabía, pero no hay mal que el tiempo no cure... O eso esperaba.
—Te diré algo.
—dime —respondió su alma gemela.
—Yo me llamo...
—NOOO.
Fue lo último que alcanzó a escuchar Inumaki. Sus pensamientos se cortaron. Fue tan fuerte el dolor que se desmayó. Y antes de perder por completo el conocimiento, pensó que ojalá su desmayo durara años y poder despertar sin ningún dolor en su corazón.

Continuará....

Alma Gemela Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin