Almas gemelas juntas

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Toge era cargado en la espalda de Yuta. Ambos iban disfrutando de conversaciones al alzar. Iban felices, uno abrazando y el otro sosteniendo.

Ambos se hacían preguntas de todo tipo.

Que colores le gustaban, su comida favorita, si compraba ropa en descuento, que libros eran sus favoritos, su anime preferido, cosas que no les gustaba, manías y mañas que tenía cada unl y así muchas preguntas, que si bien eran sencillas y sin mucha relevancia, para algunos, para ellos eran un tesoro, cada respuesta era un paso más para saber del otro.

¿Quién lo diría?

Había sido un año de muchas sorpresas.

Conocerse, separarse y reencontrarse.

Ellos debieron ser las almas gemelas con mas problemas al conocerse. Pero nadie puede decir que no lo intentaron. Pudieron salir adelante y si bien por el momento eran solo amigos, el futuro era bastante prometedor, iban directo a una vida feliz y tranquila.

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Al llegar a la casa de Yuta, este coloco a Toge en el sofá y le pasó un pijama. Al ser de Yuta,  que claramente le sacaba unas dos tallas más, a Inumaki le quedó bastante grande.

Yuta disfrutaba de la vista. Un nuevo fetiche nació por ver a su destinado con su ropa. Con razón muchas parejas tenían la costumbre de pasarse prendas.

Yuta se decidió, definitivamente le regalaría algunas de las suyas, amaría verlo con sus camisas al menos de vez en cuando.

Toge tambn encontró cómoda la polera, al quedarle grande, era bastante cómoda. Y los pantalones por suerte eran con elástico, si no, seguramente pasaría una vergüenza. Y ya con la torcedura era más que suficiente.

Luego se sentaron a tomar chocolate caliente, tuvieron más pláticas amenas; conversaciones no muy profundas, si no simples para conocerse mejor. Yuta quería aprovechar todo el tiempo que había perdido por sus inseguridades y traumas pasados.

Inumaki por su parte disfrutaba cada respuesta o pregunta que hacia Okkotsu. 

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Yuta quería dormir en el sofá, pero la discusión duró poco, ya que Inumaki le dirigió una mirada que no daba a réplicas.

"Si dormia en el sofá, esa sería su cama por el resto de su vida cuando vivieran juntos"

Yuta transpiro helado en ese momento, su destinado tenía su carácter cuando se lo proponía, era hermoso, amable, pero tremendo cuando quería.

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Ambos ya acostados, se miraban cara a cara, ninguno quería dormir aún.

Entre conversaciones Yuta sintió que debía sincerarse con Toge.

—Gracias por todo Inumaki-kun, gracias por existir en mi vida.

De donde había salido todo eso, se preguntó Inumaki.

—Gracias por querer mejorar —gesticulo Toge, aunque no entendía por qué Yuta agradecía por algo obvio. ¿Cómo no iba a estar en su vida si lo amaba?

—Debes saber que lo hice por tí, no por mi, se que no soy digno de...

Toge lo interrumpió.

—No necesito que seas digno, solo necesito que estés bien, solo quiero que te mejores.

—Tengo miedo de hacer alguna estupidez otra vez, no estoy seguro de mi mismo, como puedo amarte correctamente, si no me amo a mí mismo que pasa si...

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