LXXXII: Like a daughter.

2K 168 58
                                    

—Hilltop debe estar en esta zona. —Habló Maggie señalando colocando su dedo índice sobre el mapa que Tara había encontrado en alguna cabaña abandonada. —Recuerdo que Jesús dijo que había estado buscando algunas comunidades para intercambiar, antes de su llegada a Alexandria.

—Podríamos tomar ese camino. —Michonne soltó, apuntando hacia el papel. —Sin descanso podríamos llegar en un par de días.

—Entonces nos tomará más. —Añadió Rick, quien sostenía a Judith sobre sus brazos. —Maggie necesita descansar.

Mi estómago gruñó, exigiendo alimento. Abrí la mochila a mis pies, buscando algo de comida.
Carol y Eugene se habían encargado de repartir equitativamente las latas que nos quedaban, con suerte y apenas nos alcanzaba para una lata por persona.
Eso me hacía pensar en que, si queríamos llegar a Hilltop, necesitaríamos más alimento, pues estaba segura que una pelea nos esperaba. Realmente dudaba mucho que los Salvadores se quedaran de brazos cruzados después de haber acabado con su lider. Pero lo entiendo... si yo fuera ellos, haría lo mismo.

Saqué aquella lata de mi mochila e instantáneamente Max se acercó, sentándose frente a mi y relamiendo sus bigotes. Max no dejaban de mirarme, haciéndome recordar aquella mirada tierna del gato con botas.

—Bueno, creo que puedo vivir de goma de mascar una vez más. —Suspiré, convencida por aquellos ojos bicolores.

Apenas iba a abrir la lata cuando fue arrebatada de mis manos bruscamente.
—Es una jodida broma, ¿cierto?

Alcé mi mirada, encontrándome con el ceño fruncido de Oliver.
—Dame eso. —Musité mientras me levantaba de mi lugar.

—¡Tenemos poca comida y la estás desperdiciando por un jodido perro!

Negué.
—No es solo un perro.

Oliver me miró por unos segundos, para después soltar una risa seca.
—Dios, estás loca.

—Dámela. —Pedí nuevamente, intentando robarla de sus manos pero Oliver retrocedió rápidamente.

—¿Qué está pasando aquí? —Escuché la voz de Rick acercándose y de pronto toda la atención estaba sobre nosotros.

—Está jodida loca está desperdiciando la comida.

—¡Esa lata me pertenece a mi, y es muy mi jodido problema si decido compartirla con Max o no!

—Ese perro solo es una jodida carga. —Oliver miró a Max, quien aún miraba la lata en sus manos. —¡Fuera de aquí! —Llevó su pierna derecha hacía él, golpeándolo y haciendo que Max soltara un chillido.

Y sin siquiera pensarlo, me abalancé sobre él, llevando mi puño a su rostro con fuerza. Oliver tambaleó y llevó su mano a su nariz, manchándola de un rojo vivo. Él miró sus dedos para después mirarme a mi con odio. Bastaron unos segundos para que avanzara nuevamente hacia mi, amenazante.

—¿Cuál es tu maldito problema? —Intercedió Carl, colocándose frente a Oliver y empujándolo bruscamente por los hombros, evitando que se acercara más a mi.

—Ya basta. —Daryl se acercó, quitándole la lata de las manos. —Estoy hasta la mierda de ti.

Rick colocó sus manos en su cintura, mirando con desaprobación a Oliver.
—Vete de aquí.

—¿Es en serio? —Oliver soltó, perplejo ante las palabras de Rick. —¿Están echándome por un jodido perro?

—Estoy seguro que ese perro ha hecho más de lo que tú has hecho en toda tu jodida vida. —Ashton le dijo.

Oliver los miró durante unos segundos, aún sin asimilar lo que acababa de pasar.
—Lárgate o no dudaré en clavarte una jodida flecha en el culo. —Le ordenó Daryl.

Oliver tomó su mochila y la colgó en su hombro, para después adentrarse al bosque, no sin antes darme una mirada matadora.

Me acerqué a Max, quien cojeaba un poco debido al golpe.
—Déjame ver. —Le pedí. Max me dio su patita, donde se encontraba su herida.

—¿Es grave? —Escuché a Rick preguntar, a la vez que se hincaba a mi lado.

Negué.
—Quizá tarde un poco en caminar bien otra vez, pero estará bien. —Le respondí.

Él asintió, comprendiendo.
—Me parece que esto te pertenece. —Habló, colocando la lata de comida sobre mi mano.

Solté un suspiro y lo miré.
—Gracias por echar a Oliver.

Rick palmeó levemente mi espalda.
—Lo que dije aquella vez en Alexandria era cierto, Sophie. Estoy en deuda contigo en tantas cosas y es importante que tanto tú como Max estén bien. Te diría que eres como una hija para mí, pero eso sería extraño cuando tú y... —Rick miró por un momento a Carl, quien se acercaba a nosotros. Una mueca se formó en su rostro. —Olvídalo.

Si no hubiera tenido una pelea hace algunos minutos, probablemente me hubiese reído de Rick. Sin embargo, estaba algo preocupada en que la herida de Max se infectara.
Y como si Carl hubiera leído mis pensamientos, se acercó a mi con una venda sobre su mano.
—Quizás esto pueda ayudar.

No dude en tomarla, sintiendo la mirada de Lydia sobre nosotros en todo momento.
—Gracias.

Carl llevó su mano a su bolsillo, sacando una lata de comida. La abrió, vaciándola poco a poco sobre una hoja grande de árbol.
—Carl, no...

—Está bien, no tengo hambre. —Sonrió levemente, acariciando el pelaje de Max, el cual estaba disfrutando aquella sopa.

—Gracias. —Dije nuevamente ante aquél dulce gesto. —Ya no necesitaré la goma de mascar.

Una pequeña sonrisa apareció sobre su rostro, ocasionando aquella sensación rara en mi estomago... o quizás es porque sigo hambrienta.

_______

Holi! En este capítulo he intentado que algunos personajes que casi no menciono tengan más diálogos pero a veces es re complicado sorry. Como se darán cuenta Judith casi no la menciono porque en si, sigue siendo una bebé, si a caso solo mencionaré cuando alguien la tenga en brazos o cuando llora para atraer miles de caminantes ( re tierna ). En fin, espero que les haya gustado <3

Always | Carl Grimes (Pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora