Brenda Callahan pasa sus días entre correos, tecnología y catálogos, además de su vida universitaria, ser la asistente de una prestigiosa diseñadora de interiores consume sus días, pero no es hasta que su jefa le manda un trabajo especial que siente...
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15 de enero 2021
—Finalmente has salido de esa cueva.
Miro a mi hermana entrecerrando los ojos mientras camino descalza por la sala, deshaciendo el moño apretado que había hecho en mi cabello para concentrarme. Mi cráneo se alivia ante la libertad de los mechones.
Estuve en ballet desde los ocho hasta los catorce, esto implicaba que mi cabello estuviera perfectamente atado, tenso y descubrí que, justamente porque era incomodo y doloroso, esto me hacia concentrarme en la tarea que tuviera en frente.
Tan destructivo como productivo.
Durante algún tiempo pensé que ser bailarina era mi futuro, pero honestamente me di cuenta bastante rápido— mientras mas avanzaba en la escuela— que realmente maltratar mis pies, mi cabello, mi mente y mi cuerpo de esa manera no era lo mío.
El ballet es precioso, sin embargo, la parte fea que no sale a la superficie definitivamente no era para mí.
—Solo para que dejes de estar en mi puerta cada cinco segundos ¿no tienes trabajo o algo? —Mi hermana ríe entre dientes mientras yo me encamino al juego de sofá color blanco. Me deslizo en el más grande recargando la cabeza contra el reposa brazos y Lila salta sobre mi abdomen inmediatamente, suelto un resoplido antes de deslizar mis dedos por el pelaje oscuro ligeramente enroscado.
Breanna también viene dejándose caer en el suelo recargando su espalda contra el sofá, un enorme tazón con cereal de colores descansa en su regazo cuando toma el control remoto para encender el televisor frente a nosotras.
Está confiscando el poco tiempo libre que me ha obligado a tener, todavía hay algo de tiempo entre las entregas de tareas y trabajo que debo hacer así que técnicamente me ha obligado a procrastinar.
—Es viernes, Bren, no puedes fundirte con el trabajo de esa manera—Tallo mis ojos observando atentamente el televisor esperando a ver qué se supone que pondrá.
—Puedo, porque resulta que el trabajo y las tareas no se harán solos, Brea, necesito hacerlo yo.
—Si, pero si enloqueces en ello ¿Quién lo hará? Cecile encontrará una nueva asistente y un nuevo estudiante encontrará la plaza abierta para entrar a la universidad, si no te cuidas tu a nadie le importará luego—Me señala con el control remoto antes de echar la cabeza hacia atrás para llevar su puño lleno de cereal a su boca dejándolos caer dentro.
—Gracias por tu preocupación, pero estoy bien, probablemente enloqueceré mas rápido si no lo hago.
—Loca—masculla y yo palmeo su frente—. ¿Realmente vas a abandonarme para pasar San Valentín con Cecile? —cuestiona maniobrando el televisor a través del controlo remoto hasta que una película animada comienza, la reconozco por ser la de una rata tirando de los mechones de un pelirrojo aparece.
