Brenda Callahan pasa sus días entre correos, tecnología y catálogos, además de su vida universitaria, ser la asistente de una prestigiosa diseñadora de interiores consume sus días, pero no es hasta que su jefa le manda un trabajo especial que siente...
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
1 de febrero 2021
En cuánto ingreso en mi departamento en la tarde Lila corre hacia mí, me inclino para recogerla besando su cabeza peluda mientras me detengo en el medio de la sala intentando encontrarle sentido a este momento.
La familiaridad de mi hogar debería hacerme sentir mejor, debería decirme que no hay nada más cómodo y acogedor que estar aquí, debería reconfortarme un poco con todo lo que he estado sintiendo desde que abandoné ese departamento, pero solo hace que me sienta más confundida porque odio la comodidad que estuve sintiendo en California en el departamento de Caleb.
Mi hermana probablemente está trabajando y no le dije nada a Cecile, pero probablemente su hijo le avisó ayer que no llegaríamos hasta hoy o al menos que yo llegaría.
Llevando mi bolso, maleta y abrigo a mi habitación regreso a la cocina todavía llevando a mi mascota conmigo, tomo del refrigerador una lata de gaseosa y un trozo de pizza de ayer porque mi hermana me envió una foto anoche de que la había pedido. Recargo mi cadera en la barra luego de poner el trozo en un plato en el microondas y acaricio con mis dedos fríos a mi mascota.
—¿Cómo has estado? ¿Qué tal Breanna? ¿Ha traído a sus amantes contigo aquí? —La levanto a la altura de mis ojos para que me mire, Lila hace un ruido agudo —. Al menos te ha dado de comer ¿no? —Ella se sacude en mi agarre así que la dejo en el suelo mientras obtengo mi celular del bolsillo de mi pantalón.
El vuelo fue un calvario, entre el recuerdo de lo que vi y las maneras que traté de encontrar para sobrellevar esto no estuve bien. Odio tener que buscar alternativas.
Irónico porque mi trabajo consiste en eso, pero esa parte de mi cerebro solo funciona en ese ámbito, no en la parte emocional de mi vida.
No estoy segura de cuánto tiempo pasa, pero la puerta principal cede ante una llave al tiempo que el microondas detiene su ciclo con la cuarta rebanada de pizza que he puesto, mi hermana ingresa en el departamento a pesar de que es demasiado temprano para que haya terminado su trabajo.
—Pensé en preguntarte si debía ir por ti al aeropuerto, pero luego asumí que Caleb te traería.
—Vine en taxi—Me limito a responder abriendo la segunda lata de coca cola más brusco de lo que debería.
—¿Está todo bien? —Asiento recargando mis codos en la barra mientras le doy una mordida a la pizza—. ¿De verdad?
—De verdad, Brea, solo estoy cansada—Ella se acerca para besar mi mejilla recogiendo a Lila en el camino hacia mí.
—¿Qué tal ese viaje? —Trago saliva desviando la vista mientras me encojo de hombros.
—Estuvo bien.
—¿Solo bien? Pensé que podrías estar saltando en un pie, has estado bastante entusiasmada en los mensajes y ahora ¿el viaje solo estuvo bien? —Mis hombros se hunden mientras mastico lentamente retrasando el momento para responder.
