Capítulo 16. Una próxima vez

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27 de enero 2021

A veces recuerdo la frase favorita de mamá. El problema es que siempre la encontraba en momentos donde no es una buena influencia.

"Si no te arriesgas no tendrás una historia"

¿Este era el momento de arriesgarme? No lo sabía, pero definitivamente era el momento de quitarme de encima la tentación que representaba el hijo de mi jefa.

¿Qué eres, Brenda? ¿Una adolescente hormonal?

Probablemente sí, pero no iba a retractarme ahora.

Las semanas de tira y afloja definitivamente han hecho su trabajo y me siento como una imbécil porque claramente también estuve tensando esa maldita cuerda, sabía que me convertiría en un reto para él y ya ni siquiera sé si esto se trata del beso.

En cuanto abro la puerta de la oficina de Cecile miro alrededor como si fuera la primera vez que estoy aquí, como si no viera estas paredes todos los días. Mis ojos lo encuentran rápidamente porque su presencia en este lugar no puedo ignorarla; ocupando la silla de su madre mientras habla por teléfono, hace girar la silla para verme cuando parece darse cuenta de que he entrado y sus labios se mueven en una casi sonrisa de satisfacción.

Estoy tentada a regresar sobre mis pasos mientras aprieto los dientes con tanta fuerza que casi los escucho rechinar, en su lugar cierro la puerta detrás de mí y recargo la espalda en ella mientras espero a que cuelgue solo unos segundos después.

—¿Necesita algo, señorita Callahan?

—¿Puede dejar de ser un imbécil? —Pasea la lengua por sobre la hilera de sus dientes superiores haciendo girar la silla sin dar la vuelta.

—En el momento en que admita que me desea tanto como yo a usted—Mi piel se eriza y entreabro los labios, las comisuras de los suyos se alzan.

—Eres un imbécil.

—No es la primera vez que me lo dicen—Apoya sus antebrazos sobre el escritorio vacío, mientras me observa.

No me observa, me acecha.

Como si estuviera a punto de cazarme, como si yo fuera una presa que entró en su territorio y solo fuese cuestión de tiempo para que acabe conmigo.

Mierda, Brenda.

—Tampoco será la última—mascullo mientras le sostengo la mirada sin amedrentarme porque estoy humedeciéndome de nuevo.

Maldita sea la hora en que decidí enviar ese correo.

—Eso espero—Su mirada sostiene la mía de la misma forma obstinada en que lo hago, sin embargo, estoy completamente segura de que no siente la misma adrenalina que siento yo mientras lo hago—. ¿Me tiene miedo, señorita Callahan?

Señorita, permítame besarla ✓ | ¡Pronto en fisico!Where stories live. Discover now