Capítulo 8

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El sol se comenzó a filtrar por las cortinas aquella mañana de día viernes. Lena, como siempre, se dio un baño apenas se despertó y luego bajó a desayunar con tranquilidad, puesto que Jack trabajaba todo el día.

Al mirar la hora en su celular se percató de que le quedaban casi dos horas antes de que empezara su primera clase del día, así que se fue a arreglar y salió rumbo al colegio.

El resto del tiempo lo ocupó para preparar sus clases, solo serían dos, pero necesitaba tener muy claro lo que aquellos dos cursos debían aprender.

—Hola, tú debes ser Lena, la nueva profesora de Literatura—Una mujer desconocida se le acercó y tomó asiento frente a ella.

—Así es, hola—Extendió su mano, la cual aceptó de inmediato—¿Cuál es tu nombre?

—Soy Siobhan Smythe, profesora de biología.

—Encantada de conocerte, soy Lena Luthor.

—Es un placer estar frente a la profesora que llegó a quitarme a mi alumna favorita—Siobhan mostró una sonrisa y soltó su mano.

—¿Hablas de la señorita Davis del C?—Preguntó con el ceño fruncido.

—No, me refiero a Danvers, del B.

—Pero si ella me odia—Lena soltó una risa—Ayer ni siquiera me habló, y estuvimos en taller toda la tarde.

—Por eso lo digo. Amo ver a Kara enojada, siempre le hago bromas o la molesto con alguna persona. Le caigo como patada en el estómago, pero me contaron que tú le caes peor.

—Bueno, entonces me declaro culpable.

—Me sorprende que hables de ella tan tranquilamente, los profesores nuevos siempre suelen dar quejas por lo contestadora y rebelde que puede llegar a ser.

—Jamás hablaría mal de un alumno, al menos no si no lo conozco del todo. Son adolescentes y tienen momentos malos al igual que cualquier persona, lo peor de todo es que a veces están solos y no tienen con quien desahogarse, y lamentablemente eso puede llegar a pasarles la cuenta.

A su mente llegó un recuerdo de su adolescencia y le dieron ganas de llorar, pero inmediatamente eliminó aquel sentimiento y continuó hablando.

—Siempre he sido fiel creyente de que los profesores deberíamos ser un poquito más empaticos con nuestros alumnos, sobre todo si no sabemos la situación que están viviendo en sus hogares.

—En eso tienes razón—Siobhan asintió—Kara ha tenido una adolescencia bastante compleja, por favor no lo olvides. Ella estará a la defensiva en todo momento, incluso parece estar enojada, pero las bromas a veces le arreglan el día, te lo aseguro como que me llamo Siobhan y he sido su profesora jefe por más de cuatro años.

—Gracias por el dato, no pienso darme por vencida con Kara—Bebió un poco de agua de la botella que llevaba con ella—Por su hoja de vida me di cuenta de que repitió el año, al igual que sus amigos.

—Así es, el año pasado fue muy complicado para ese grupito, pero tampoco los quisimos separar, sería peor.

—Eso está claro, faltarían a las clases solo para verse—Ambas rieron—¿Sabes? Tengo el presentimiento de que ese grupito subirá sus notas en lo que resta del año escolar, y te aseguro que los veré graduados en un unos meses.

—Que Dios te oiga y el diablo se haga el sordo—Siobhan juntó sus manos.

En ese momento el timbre sonó indicando que el recreo había llegado a su fin, y ambas profesoras se despidieron para ir a sus respectivas salas de clases, prometiendo tomar un café juntas cuando tuvieran tiempo.

Aprendiendo a leerte • AU SUPERCORPWhere stories live. Discover now