05. Una Bella Hada Durmiente

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♪Caminé por una tierra vacía,
Conocía el camino como la palma de mi mano♪

(I walked across an empty land, I knew the pathway like the back of my hand)


♪ Somewhere Only Wey Know
KEANE



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CAPITULO 5

Saco a Lola del garaje.

Lola tiene un olor característico, un olor que aunque vayas hasta el fin del mundo con ella, sabrás que te recordara siempre a casa. A familia. Era algo muy de ella, una mezcla de muchas cosas que me gustaban. De alguna manera. Lavanda, tierra mojada, libros viejos, gatos negros, galletas recién hechas.

Tiene unos cuantos años conmigo, y esta tan bonita y reluciente como el primer día en el que la ví. Desde su hermosa canastita vintage hasta su característico color rojo. Si me esfuerzo lo suficiente, hasta puedo recordar el día en que me la regalo...

Lola era de mamá.

Subo en ella y empiezo a pedalear saliendo a la calle. Y no me detengo.

Shadowville era encantador, a pesar de su increíble mala fama. La cuál se extendía por todo el país, "Un pueblo bonito con monstruos atroces" eso decían.

Era muy pintoresco. No me detengo mientras paso casas tras casas, vecindarios victorianos, autos, animales, personas... todo, observo todo. Sonidos, luces, olores, colores, vibras. Mi cabello negro flotando con el aire a tran mi espalda, alborotando mi flequillo y el viento frío azotando mis mejillas, enrojeciéndolas.

Mientras más pedaleo más puedo fingir que es un día cualquiera de hace un año, que no ha pasado el tiempo y que mi familia está completa, que me tengo que apresurar por si no llegaré tarde a la cena y mamá me echara la bronca... para que segundos después se le olvide y me plante un sonoro beso en la coronilla. Fingir. Fingir. Fingir.

Fingir que mi vida no está en pausa.

Cuando llego a la concurrida plaza, dejo a Lola con su cadena en un aparcamiento y aliso como puedo la delicada tela de mi soso e inocente vestido blanco. Mis viejas converse acompañándolo.

Respiro profundamente. Una y otra vez. El ajetreo y el bullicio me estresan y con razón, hace un año que no salía de casa. Y Shadowville era un nuevo pueblo. Un nuevo lugar al que adaptarme. Eso me preocupaba y aliviaba a parte iguales.

Camino calle abajo, claramente no entro en ningún lugar ni hablo con nadie. No me interesa. Le dije a papá que mi intención era conocer el pueblo, no me sorprendió que creyese que mi mentira. No había razón para no creerme, el confiaba en mi, su hija NUNCA le mentía, o al menos de eso estaba seguro él. Le mentía más de lo que me gustaría admitir. Todos esos "Estoy bien, papá, no te preocupes" que le he dicho durante este último año flotaban en el aire a mi alrededor como la prueba oscura y asfixiante de mis engaños.

Después de una hora y media de caminar sin sentido, me paro frente a una hermosa fuente un poco apartada, mirando a ninguna parte y comiendo un delicioso helado que compre en alguna tienda. Me alegré de haber escuchado a papá y haber llevado dinero.

No quería salir de casa y enfrentarme a todo esto aún, no me sentía preparada, pero tampoco quería quedarme sola en casa, porque si lo hacía, iba a pensar.

Iba a pensar en él.

Iba pensar en Kástian y en sus peculiares ojos tristes. Y no quiero hacerlo. Simplemente quiero seguir con mi vida y fingir que nunca pasó. Que no existe. O tal vez hasta creérmelo.

Dandelion Où les histoires vivent. Découvrez maintenant