10. Respuestas. Quiero respuestas.

61 7 8
                                    


***
Y he sangrado todos los días ahora
Por un año.♪

(And I've bled every day now
For a year)

                   ♪ In This Shirt ♪                                         The Irrepressibles                                                                                                      

                                 ***
                       CAPÍTULO 10

Enojada como en ningún otro momento, cruzo a grandes zancadas los grandes árboles que me separaban del gran puente colgante.

No me interesaba. En ese momento no me interesaba saludarlo ni tener ningún tipo de charla amistosa con él. Yo solo quería gritarle. Quería respuestas.

—¿Puedo preguntar por qué estás en mi maldita cabeza? —casi grité, pero me contuve para no hacerlo.

Al escucharme, una pequeñisima sonrisa torcida decoró sus elegantes facciones. El estaba en el mismo sitio, se veía relajado, sentado en el medio del puente con las piernas balanceandose ligeramente y la mirada puesta en algún punto de las montañas lejanas.

No sé giro ante mi demanda, ni tampoco se levantó para mirarme, solo se encogió de hombros apenas.

Y eso me hizo enfurecer aún más si cabía. ¿Cómo podía sentir indiferencia hacia mi tono casi desesperado?

—Suelo tener ese efecto en las mujeres, querída Jhada.

Y mi boca se abrió en una perfecta O.

Oh, no lo hizo...

El muy hijo de… ¿Quién carajo se creía que era?

Solté un bufido junto a una risilla sarcástica. Podía sentir como me palpitaba una vena en la frente.

—Por supuesto que sí...

—Me alegra.

—¿Que te alegra? —pregunté lentamente.

Esta vez Kástian giro su cabeza en mí dirección por primera vez, y lo hizo solo para mirarme con un deje travieso en sus orbes grisáceos.

—Que sepas reconocer lo irresistiblemente guapo que soy.

Idiota.

Yo había estado en mi habitación, como cada puto día normal de mi vida. Hasta que escuché un maullido extraño, sabía que venia de abajo y que provenía de Cheshire, conocía sus maullidos a la perfección. Pero me extrañó mucho porque papá no estaba en casa.

Me proponía a salir de mi cuarto para ir a ver qué le pasaba a mi gato, cuando escuché su voz. Su voz en mí jodida cabeza.

La última ves que lo había hecho era en la plaza del pueblo, cuando me había advertido sobre la medicina de mi cabeza, había descubierto su nombre completo y me había desmayado... ya sabemos que no termino bien.

Así que hay estaba, hablandome nuevamente, en mi habitación.

—Cuidado con tus pies...

Dandelion Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon