Capítulo 17

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Well, summer slipped us underneath her tongue
Our days and nights are perfumed with obsession
The Louvre - Lorde
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Y el tan esperado día por fin había llegado: la entrega de notas. Estaba en el salón donde su profesora favorita daba clase de la materia en la que menos se destacaba, pero con ayuda de ella pudo progresar. Si bien no tenía las mejores notas, tenía unas lo suficientemente buenas como para aprobar.

Una mujer con el cabello lacio y aún algo colorado caminaba alrededor del lugar revisando un pilón de hojas que llevaba en sus manos. Las arrugas ya se empezaban a notar, al igual que sus canas, pero mantenía un aspecto joven y risueño. Estaba rondando los cuarenta. Betty creía que por eso era tan buena en su trabajo, porque estaba más cerca de la edad de sus alumnos que el resto de los profesores.

Suspiró pero no dijo nada, sólo dejó dos hojas sobre el escritorio de un muchacho. La cantidad de exámenes que entregó antes que el de ella le parecieron eternos, y le llevó más minutos dar una que otra devolución, y para cuando llegó a su mesa le dio una sonrisa llena de nervios.

Ella le devolvió una con satisfacción—Felicitaciones, Elizabeth.

Una B+. Estaba aprobada y con la mejor calificación que había conseguido hasta el momento en esa asignatura. Casi sin aire, se puso de pie para ir en busca de su mejor amiga. Era raro ver a una chica correr por los pasillos de la universidad, pero no pensó en eso cuando saltó a la espalda de Veronica dándole un gran susto.

—¡Aprobé!—chilló soltando sus hombros para abrazarla.

—¡Yo igual!—se unió—Oficialmente estamos de vacaciones.

—Debemos celebrarlo con un almuerzo. Podemos ir al lugar nuevo que está cerca de la cafetería porque en unas horas comienza mi turno.

Los Cooper no eran la familia más rica de Riverdale, pero estaban cerca de serlo. Al principio, Hal y Alice se habían ofrecido a cubrir todos los gastos de su hija hasta que ella se graduara y consiga un empleo, tal como lo habían hecho con Charles. A diferencia de su hermano, Betty no aceptó ni un auto ni que le envíen dinero. Apenas llegó a la ciudad se presentó a la entrevista de una de las cafeterías cerca de la residencia, la cual si pagaban sus padres.

Charles había sido el primero de sus hijos en irse de la casa, por lo que no dudaron en darle todas las herramientas que estaban a su alcance para que él pueda manejarse solo lejos de casa. Pagaban su parte del alquiler, le regalaron el viejo auto de su madre, y le enviaban una especie de mesada hasta que consiguió un empleo luego de un año de esa misma rutina.

Veronica estaba en un caso parecido al del Cooper mayor, solo que sus padres si eran adinerados y le podían dar todos los lujos.
Los Lodge eran una de las familias más importantes de New York. Hiram, su padre, tenía una empresa de ron con el nombre de su única hija. Veronica podría haber ingresado a cualquier otra universidad e incluso tener su propio departamento, pero ella quiso alejarse de la gran ciudad para tener una vida normal antes de tomar las riendas del negocio familiar. Recibía una cantidad de dinero excesivo cada mes para que mantenga la misma calidad de vida que tuvo siempre, aunque rara vez llegaba a utilizarlo todo.

—Oí que tiene buenas pastas.—comentó caminando a su lado—¿Crees que llegarás muy cansada para una pequeña salida?

—Depende. ¿Con quién y a dónde iremos?—fue directo al grano.

—No lo sé. Hoy veré a Reggie y lo mandaré a la mierda, así que merezco ir a festejar eso.

—Entonces llama a tus amigas e iremos a tomar algo.

—B, no puedes tomar.—le recordó con diversión.

—Cierto.—la apuntó con un dedo—Entonces iremos a una fiesta donde me pueda entretener con otra cosa.

Ninguna de las dos solía beber demasiado, pero a veces solían ir a un bar por alguna que otra copa. Veronica era quien acostumbraba a salir más de fiesta para vigilar a su ex novio, o para ligar, luego de su ruptura. Betty la acompañaba algunas noches, otras preferiría leer un nuevo libro o hacer maratones de películas.

Sea donde sea, juntas sabían divertirse.

—Le preguntaré a Cheryl si quiere venir así se conocen de una buena vez.

—Ya nos conocemos, V.

—Se han saludado solamente. Verás que es buena chica.

—No dudo de eso, pero ustedes tienen cosas en común que no tienen conmigo.

—Y aún así eres mi mejor amiga.—la molestó—Además si tenemos algo en común, las tres tenemos un problema con los chicos de la fraternidad.

—¿Y ella con quién?—se intrigó.

—Con Ethan, salieron durante unos años.

—¿El de la sonrisita?

Cada uno de ellos resaltaba por algo diferente. Ethan resaltaba por su sonrisa llena de intensiones ocultas, sexy para cualquiera que lo mirase.

Veronica asintió—Yo no tengo ningún problema con ellos.—agregó la rubia.

—Que bueno que ya aceptes el hecho de que tienes algo dentro tuyo.—rió abriendo la puerta del restaurante.

Era un espacio moderno, minimalista. No era tan grande por lo que se necesitaban pocos empleados para atender las mesas. Éstas tenían un uniforme negro y los que llevaban el cabello largo, debían atarlo.

Betty hecho un vistazo a los platos que servían antes de elegir algo del menú, y al parecer el rumor de que las pastas eran en lo que destacan era cierto, porque pudo ver como varias personas comían de ellas.

—Mi apetito es cada vez más grande, así que luego de esto, quiero un postre.—aseguró leyendo la carta.

—Okey, mama.—respondió ante la seguridad con la que habló, reconociendo que últimamente comía más de lo que solía hacer.

—Estos días he estando usando remeras de mi hermano y de Jughead, me rehuso a comprar ropa para embarazadas.

—No tienes porque ocultar tu cuerpo, es algo inevitable.

—Lo sé.—bufó—Pero por el momento seguiré comiendo hasta reventar y ocultandolo.

Veronica soltó una risa. Los síntomas del embarazo de Betty comenzaban a notarse cada vez más. Ya no tenía náuseas; según había leído, se presentaban solamente en las primeras semanas. Se podían ver sus cambios de humor a causa de las hormonas y el hambre que le producía cargar a un niño. Aunque todavía le daba pena comer tanto comparado a lo que comía antes. Ella comía por dos, pero a veces se le olvidaba ese detalle.

 Ella comía por dos, pero a veces se le olvidaba ese detalle

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Escrito: 20/02/2023
Publicado: 24/02/2023

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