The one - GAP: Pink Theory (ES ver.)

Capítulo 31

- Y vosotras dos fuisteis las que nos dijeron que necesitábamos buscarnos una habitación cada cinco segundos. Tal vez sea hora de que te toméis vuestra propia sugerencia. - exclamó Tee, mientras lanzaba una bola de papel hacia Sam y Mon, haciendo que dejaran de besarse.

- Está bien, es lo justo. - dijo Mon, pero no se separó demasiado de Sam, quien seguía sentada en el césped después del almuerzo.

Mon y Sam ya llevaban juntas un mes. Fueron más rápidas en su relación que Tee y Yuki porque ya eran amigas y se conocían muy bien, por lo que sus citas no eran tan diferentes como lo que ya hacían antes. La única diferencia era que, ahora, se besaban y se besaron. Lo que en ocasiones hacía que sus amigas las separaran cuando estaban en lugares públicos. Estaban comenzando su relación y siendo la primera para ambas era una de sus mayores preocupaciones, especialmente Sam. No quería dar un paso en la dirección equivocada y hacer que todo se derrumbara. A ella realmente le gustaba Mon y estaba segura de que podrían tener una relación realmente sólida, por lo que le pidió consejo a Tee. La morena le había dado uno importante que llevaba consigo todo el tiempo: "Si le gustas por lo que eres, sigue siendo tú mismo. No intentes forzar algo con lo que no te sientas cómodo y estate a su lado cuando lo necesite. Si cuidas la relación, todo irá bien. La comunicación es la clave". Así que Sam se había centrado en la relación, siguiendo sus palabras, sin pensar demasiado en el mundo exterior. Este seguía girando, pero a ella no le importaba nada más en ese momento.

Mon también era la persona más feliz del mundo. Nunca pensó que alguien podría hacer que se abriera como lo había hecho la morena. Y, en ese momento, no solo era su confidente, sino alguien a quien quería cuidar también. Sentía que había estado demasiado ciega para ver que el género de una persona no importaba en absoluto. Sam era la pareja adecuada para ella y estaba segura por cómo era y por cómo la trataba. También pensaba que Sam era hermosa y sexy, pero su exterior no era lo más importante. Siempre se sintió escuchada y cuidada por ella. Tenían muchas cosas en común, a pesar de que provenían de diferentes partes de la sociedad. Y, lo más importante, sintió que eran la una para la otra. No solo le gustaba, sino que sentía que estaba cayendo más profundo de lo que pensaba que podría ser posible. Por eso habían estado juntas todo el tiempo que habían podido esas semanas sin exámenes y sin trabajos pesados en sus clases. Era genial estar así la una con la otra. A pesar de que sus amigas pensaba que eran demasiado. Pero todas las parejas eran así al principio de su relación.

- Chicas necesito vuestra ayuda. - dijo Yuki, mientras miraba su teléfono.

- ¿Qué pasa? - le preguntó Tee a su novia.

- Pues, me han puesto una tarea en una de mis clases donde tengo que hacer un anuncio con el equipo que me va a proporcionar el club de cine. El profesor nos ha enviado el concepto que tenemos que utilizar y el mío es "Usted está anunciando un perfume para la gente que quiere sentirse cara". La primera idea que me ha venido a la cabeza es rodar en una casa lujosa y con clase. Obviamente no tengo una, ¿hay alguien que conozcáis que tenga ese tipo de casa? - preguntaba porque sabía exactamente lo que necesitaba.

- ¿Me miras porque necesitas mi casa? - preguntó Jim, mientras Yuki asentía, con una sonrisa en su rostro. Trató de ser la persona más linda posible. - Ojalá, pero mi madre ha decidido que necesitamos un nuevo juego de muebles, por lo que la casa está patas arriba en este momento. No puedo ayudarte ahora mismo. Lo siento mucho. - Yuki suspiró.

- No te preocupes. Pero no hay forma de que se sienta de la misma manera filmando en las casas de Tee o Kate, porque son demasiado modernas para llamarlas elegantes. - Entonces Yuki se dio cuenta de algo y giró la cabeza. - Sam, ¿y tu casa? - la morena abrió los ojos, ampliamente.

- ¿Hablas en serio? ¿Por qué crees que nunca te he enseñado mi casa? Mi abuela siempre está ahí. Ella nunca sale de la casa. Ni siquiera para dar un paseo. Ella solo usa nuestro jardín trasero para hacerlo. Ella odia a estas chicas. - dijo, señalando a Tee, Kate y Jim. - No puedo ponerlas en la misma habitación o ella las matará.