3

1.1K 79 4
                                    

El tiempo pasaba y no había cambiado nada a diferencia de que ahora el pelinegro se pasaba más tiempo en el dispositivo, y la razón es que se mantenía hablando con el rubio, hablaban por horas en llamada y en mensaje de texto, parecía que no podrían dejarse, al menos hasta el día de verse, por el lado de jin el mayor estaba completamente confundído ante el comportamiento del pelinegro, el estaba seguro de que su amigo había cambiado desde aquel día que esa persona o bueno ese tal "tae" lo había llamado, el mayor era muy protector con su amigo, lo veía como su hermano desde que eran pequeños, y él solo quería saber quien era esa persona que ahora de la nada hacía que jungkook sonriera más o el estar más pegado al dispositivo, sin embargo el pelinegro sólo suspiraba diciéndose a si mismo que su pequeño que ahora no tan pequeño ya le hablaría de aquel chico, quería darle su espacio al menor, y darle tiempo para finalmente saber de él.

Pronto se llegó la hora y el día del encuentro, Jungkook jamás se había visto tan nervioso como ese día y tampoco se había arreglado tanto, aun no comprendía como aquel adolescente lo hacía sentir así, el nunca se había enamorado o sentir esa extraña sensación de "mariposas" en el estómago al oír o incluso pensar en alguien estaba muy confundido pues había tenido a tantas mujeres lindas y sexis a sus pies y ninguna lo había atrapado y ahora un adolescente de tan solo 17 años lo había puesto loco, no lo comprendia, simplemente no lo comprendia, poco tiempo después de estar completamente listo para su reencuentro con el rubio se sentó en una mesa que se encontraba en la sala, tomo una copa de vino suave mientras intentaba pensar en el discurso para el chico. Faltando sólo 1 hr para verse el menor finalmente se levantó de la mesa suspirando con nerviosismo, tomando las llaves de uno de los coches que se encontraban colgadas es un pequeño perchero.

El pelinegro aviso a Jin qué volveria más tarde, el mayor estaba confundido, aun no sabía nada de que era lo que pasaba con su amigo, sin embargo se limitó a únicamente asentir ante las palabras del menor, y continuó hablando con uno de los empleados que se encargaban de moverlos.

Jungkook salió de la casa tomando el coche y subiendo a el con nerviosismo al arrancarlo y fue al restaurante seleccionado escuchando música para despejar un poco su mente e intentar no arruinarlo, ese chico realmente le importaba, a los pocos minutos el pelinegro llegó, estacionó el auto en el estacionamiento privado del restaurante, bajando del auto metiendo las llaves en la bolsa de su pantalón, un empleado rápidamente lo atendió dandole una mesa a las afueras del restaurante para que el rubio lo pudiera ver con facilidad, taehyung llego pocos minutos después, el pelinegro volvió a sentirse nervioso al ver su lindo cabello rubio que brillaba como oro en el sol y su bonita sonrisa que apareció en el rubio cuando vio a jungkook, el rubio tomo asiento mientras el pelinegro lo seguía con la mirada y con una sonrisa, el mayor lo saludo comenzando una conversación normal con el menor, ambos chicos comenzaron reír bebiendo café y contando algunas cosas que de repente llegaban a la conversación, el pelinegro se mantuvo tranquilo hasta llegar a aquella noticia que el mayor compartir.

-Tae yo, me iré a Daegu, tengo que moverme - dijo el pelinegro jugando nervioso con sus manos interrumpiendo rápidamente la anécdota que el menor contaba, haciendo que este se quedara callado unos segundos ante la repentina noticia

-P-pero por que? - Dijo el rubio abriendo los ojos con sorpresa esperando la respuesta del pelinegro.

-Es, mmm un asunto complicado, pero yo - el pelinegro hablo con rapidez para intentar que el rubio no se molestara o algo por el estilo, sin embargo estas palabras fueron interrumpidas por unas suaves caricias que provenían de las manos ajenas, el pelinegro volteo a ver a los ojos al rubio, esperando que dijera algo.

-Jungkook, me iré contigo si es necesario, pero no quiero alejarme de ti, se que suena loco pero yo... te quiero a mi lado, desde aquel día que nos conocimos en el bar no paro de pensar en ti, nunca pensé decir eso y menos a alguien que llevo poco conociendo, por favor no me abandones. - dijo el rubio mientras poco a poco se le cristalizaban sus ojos cafés, el pelinegro abrió los ojos ante sus palabras, asintió con la cabeza dándole a entender que lo llevaría con el y claro que no lo dejaría, el menor sonreía con entusiasmo antes de ponerse a llorar

When I see you cry| KTH × JJK Where stories live. Discover now