Por siempre...-Jaden Walton- [Terminada]

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~ ¡Merry replies! ~

- Dicen que si voy a este ritmo, mi leucemia mejorará en unos cuantos de meses.- Mer sonrió, podía sentir la emoción que ella tenía de esa buena noticia-

- Me alegra demasiado oír eso Mer- tomé su mano derecha con una sonrisa-

Estábamos en la azotea del hospital en una linda terraza, recargadas en el barandal de seguridad, con el viento dando en nuestro rostros.

Ella usaba su bata de hospital, sus pantuflas rosas y sobre su cabeza la cubría una pañoleta que le había obsequiado un par de semanas atrás.

Yo portaba unos pans color gris claro, una blusa suelta blanca con estampado por la parte trasera, mi cabello amarrado en una simple coleta de cabello con unos cuantos cabellos rebeldes que se obstinaban a quedarse quietos, todo acompañado de unas zapatillas converse.

Hace ya unos cuantos días que los Walton se habían ido de viaje a LA, no era iguales mis tardes como las de antes que siempre se resumía en ir por una bebida con Javon o recoger a Jaden por las noches cuando iba por Matt al finalizar sus entrenamientos de béisbol.

En la escuela me la pasaba con los chicos, con sus chistes malos tratando de mejorar como ellos le dicen "mi cara larga de todas las mañanas", en las clases por lo general me tocaba con uno de ellos compartirla, pero cuando no era el caso en esa clase ya había socializado con alguna chica. En pocas palabras, no la pasaba sola en mi estadía en la escuela.

Al salir, mis tardes se adaptaron a llevar a mis hermanos a comer con Gin y luego llevarlos a su entrenamiento para llegar con mi madre un rato a ver cómo está y si necesita algo, que por lo general ella solo me respondía "necesito salir de este hospital" 0 un "no, ahora vete con tus amigos a pasar el rato".

Estos días me ma q pasado con Mer, su madre a salido por las tardes a hacer pendientes, así que la acompaño a deambular por el hospital o simplemente estar en su habitación o en la de mi madre, se convirtieron en amigas, a mi madre le había agradado.

- ¿Y la escuela? ¿No es tan demandante como la recuerdo?- abrió tema de conversación-

- ¿Tus recuerdos son exactamente de hace..?- pregunte con burla-

- Exactamente 4 años y medio- contestó entre risas-

- ¿Lo dices por que nunca me has visto haciendo alguna tarea o pendiente?- pregunte en broma mientras chocaba suavemente mi hombro con el suyo-

- Si- asintió levemente su cabeza acompañando sus palabras- Lo más probable es que es eso-

- Bueno, en la escuela no dejan como tal tareas para casa, sino solo actividades para realizar en el salón esa clase, y sino las acabas deberas llevarlas la siguiente clase. - explique mientras movía mis manos tratando de acompañar mis palabras-

Todo estaba bien, podía sentir de esos pocos momentos en la vida que los disfrutas con el alma, que te sientes en un lugar con paz infinita que solo eres tú y la persona que te acompaña.

Pero fue interrumpido mi momento, la mano de Mer sobre la mía apretándola levemente. Giré mi cabeza para verla, su rostro expresaba dolor, su mano izquierda sobre su pecho, y la otra mano apretando levemente la mía tratando de tener equilibro.

- ¿Mer? ¿Estas bien?- tomé con ambas manos su mano que estaba sobre la mía-

Solo negó con la cabeza, y en cuestión de segundos ya estábamos tiradas en el suelo, ella en mis brazos inconsciente.

- ¡Mer! ¡Merry, responde!- mi voz desesperada y alarmada mientras con mi mano movía levemente su rostro- ¡Ayuda!-

Cada segundo que pasaba y ella estaba inconsciente mi corazón se iba a mi garganta, mis manos temblaban. Mis ojos ardieron, las lágrimas comenzaron a salir, mis gritos desgarradores pidiendo ayuda hacia la puerta nunca pararon.

Y como si me volvieran a dar oxígeno después de un largo rato de no tenerlo un par de doctores atravesaron la puerta.

Comenzaron a revisarle el pulso, uno de ellos habló por una radio que traía pidiendo una camilla a nuestro lugar y en menos de pensarlo ya estaban llevando a Mer en una camilla a su habitación de cuarto conmigo atrás corriendo tras ellos con lágrimas hasta mi cuello y su mascada en mi mano.

Ya casi entraba a la habitación para acompañarla, pero las enfermeras y uno que otro doctor interrumpieron mi paso.

- Señorita no puede entrar- me indicó mientras me tomaba por los costados de los brazos-

- No yo necesito estar con ella- me negué tratando de entrar y soltarme de su agarre-

- Señorita no puede pasar, deje que los médicos puedan estabilizar sus signos vitales- mantuvo su agarre a mis brazos, negándome el paso-

- La estamos perdiendo, preparen el desfibrilador- escuché al interior de la habitación-

- No, déjeme pasar- trate de aumentar mi fuerza y poder abrirme paso-

- Señorita, por favor, déjenos hacer nuestro trabajo- pidió mientras detenía mis intentos de pasar-

[...]

Nunca creí estar en la sala de espera, con mis manos temblando levemente, mis pies subían y bajaban en mi punta, golpeando levemente el piso con mi talón, lágrimas ya secas dejando una leve marca por mis mejillas, mi nariz con un leve color rojizo en la punta.

Mi madre pasaba su mano por mi espalda como apoyo emocional, la madre de Merry caminaba de un lado a otro, con un brazo cruzado sobre su pecho y el otro, su mano iba a su boca mientras mordía con desesperación su uña del dedo pulgar.

- Ya han estado mucho tiempo sin darnos noticias- su voz era sumamente preocupada-

- Familiares de la señorita Merry Davies- un docto entró a la sala de espera-

Sin pensarlo mucho ma madre de Mer y yo corrimos casi hacia este.

- Soy su madre, ¿Como está?-

- Pudimos estabilizar sus signos, en este momento se encuentra fuera de peligro, pero su anemia empeoró-

- ¿Como es posible eso? Ustedes nos dijeron que ya estaba mejor-

- No sabemos señora, le haremos unos estudios cuando despierte, por el momento pueden pasar a verla- dijo para retirarse-

Pésimo día ¿no?.

CONTINUARÁ...
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