Por siempre...-Jaden Walton- [Terminada]

18

~ Missing you ~

Tres largos días para todos, o bueno, para la mamá de Mer y para mi.

No a hablado una gran o notoria mejoría, lo único que era bueno es que sus signos vitales siguen controlados, ella sigue inconsciente, el doctor dijo que lo más probable es que unos cuantos días siga así.

En estos momentos no nos aseguraban que Mer tuviera el mismo tiempo de vida que antes le habían diagnosticado, no sabíamos si en un momento ella dejará de respirar y su corazón deje de latir. Solo debíamos tener fe.

Tomaba su mano mucho tiempo, le leía el libro que ella leía, le contaba de mi día en la escuela; mi madre la visitó conmigo. Le describía los atardeceres que se apreciaban desde su gran ventana.

Estaba sentada en el suelo del balcón de mi madre, apenas eran las 6:30 de la tarde, mis rodillas contra mi pecho, mi espalda recargada en la pared de cristal de la habitación.

Mi teléfono sonó, una llamada entraba a este, tomé mi teléfono prendiendo la pantalla, el nombre Jay💕 apareció con las opciones de contestar o rechazar la llamada en la parte inferior.

Apróente el botón verde y coloque el teléfono al costado de mi cara, poniendo la bocina en mi oído y la parte del micrófono cerca de mi boca.

- Hola, linda- su tono alegre por la línea inundó mi cabeza, una pequeña sonrisa inconsciente se formó en mis labios-

- Hola, amor- respondí alegremente el saludo-

- ¿Cómo está la niña más hermosa de mi vida y del mundo?- su tono juguetón de siempre-

Ni él ni ninguno de los Walton estaban informados de Mary, no había tenido tiempo ni cabeza para hablar un largo rato de mi día con ellos, siempre respondo los mensajes en la madrugada.

- Bien, supongo. ¿Y tu?-

- Extrañándote-

No importaba si estaba a un paso de mí o mil kilómetros de distancia, siempre hacia aparecer esa sensación en mi estomago con sus palabras coquetas. Con ese leve color rojizo en mejillas cuando me ponía nerviosa.

[...]

Ya llevábamos un buen rato hablando por teléfono, aún que no lo sentía lo noté por que poco a poco iba anocheciendo y sin pensarlo la única vista que daba el balcón era un cielo obscuro adornado con estrellas, edificios y casa con sus luces prendidas a lo lejos.

- Jaden, ya vámonos. Es hora de ir a cenar.- escuché la voz de Javon muy lejana por la línea-

- Si- escuché ahora su voz un poco  alejada, supongo que se alejó del teléfono un poco para responder lo suficientemente alto para que lo escuchara- Creo que debo irme, bonita, pero regresando de cenar te marco o te mando mensaje. ¿Ok?-

- Me parece perfecto, y también creo que yo debo irme a cenar o a comprar algo para matar el hambre- me excuse para que no se sintiera mal por tener que dejarme-

- Okey, regresó en un rato, cuídate. Te amo-

- Te amo- y colgué-

Aparte mi teléfono de mi cara, dejándolo en el suelo boca abajo a un lado de mi, abrace mis piernas por abajo de las rodillas, atrayéndolas más a mi.

Poco a poco la felicidad y emoción se desvanecía como si se diluyera en un gran mar de tristeza. La felicidad era momentánea en este momento, aquel suceso que le pasó a Merry fue impactante, yo realmente me volví muy cercana a ella desde que la conocí.

- Cariño, creo que deberías bajar por unas galletas y café o un sándwich. Ya es tarde- la voz de mi madre en la puerta hizo que mis pensamientos se esfumaran como si soplaras una vela y su llama se apagara al instante-

- Okey, ya voy.- tomé mi teléfono y me paré del suelo sacudiendo un poco mi ropa-

- ¿Traes dinero, o te doy?- me pregunto mientras ambas entrábamos a la habitación y detrás de mi cerraba la puerta corrediza para que no entrara aire fresco-

- Yo traigo tranquila- guarde mi teléfono en la bolsa trasera de mi pantalón-

- Cuídate y ve con cuidado- beso mis frente mientras yo asentía levemente-

Salí de la habitación, mire hacia enfrente, habitación 273, la habitación de Merry. Era de lógica que su madre estuviera con ella, estoy segura que no a cenado nada o por lo menos no a comido nada desde hace un buen rato.

[...]

Golpe con mis nudillos suavemente la puerta, tres golpes fueron suficientes para que la madre de Mer me abriera la puerta. Usaba unos pans cómodos negros y una sudadera con unos tenis.

- Le traje esto, espero le guste- extendí mis manos con un late mediano y un paquete de galletas de vainilla-

- Muchas gracias, linda, no debías molestarte- tomo las cosas con una pequeña sonrisa-

- ¿Cómo está? ¿Aun nada?- pregunte con la esperanza de que fuera una respuesta con buenas noticias-

Su respuesta solo fue un movimiento de su cabeza de lado a lado suavemente, con su mirada triste hacia el suelo.

Solo asentí en señal de entender la respuesta- Bueno, descanse señora Davies-

- Descansa ____-

Camine hacia la habitación de mi madre, se encontraba justo enfrente de la de Mer, sostenía un café en mi mano y en la otra otro paquete de galletas.

Giré la perilla y entre a el cuarto, detrás mío cerré la puerta.

- Oh, no tardaste mucho- Dani madre bajo su libro, dejándolo sobre sus piernas extendidas en la camilla-

- Estaba muy vacía la tienda, no se tardaron mucho en cobrarme mis profundos- tomé asiento en el sofá que estaba a un lado de la camilla-

Mamá regreso a su lectura y yo me dediqué a tomar pequeños sorbos a mi café con precaución, tratando de no quemarme por lo caliente que se encontraba.

Comí un par de galletas, no tenía mucho apetito, había comido ya tarde, revise mi teléfono, conteste un par de mensajes de amigos y de mis padres (Gin y mi padre). No hice mucho en mi teléfono realmente, estos días no eh estado muy atenta a mis redes, apenas y contesto las llamadas.

CONTINUARÁ...
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