Por siempre...-Jaden Walton- [Terminada]

26

~ Flashback ~

El chico del elevador terminó llamándose Ilai, en el elevador él y Mer habían hablado. Todo comenzó con un alago a la pañoleta de Mer que cubría su cabeza.

Desde esa simple oración comenzaron a hablar, hasta que Mer me presento pero no logré integrarme a la conversación, no por que no pudiera sino que podía ver los ojos de aquel chico. Su mirada tenía un interés profundo en cada palabra que salía de la boca de mi amiga.

Lo mejor que podía hacer era darles espacio, así que di unos cuantos pasos alejados de ellos. Recargada con mis antebrazos sobre el barandal de fierro de la terraza, saboreando cada segundo en soledad.

No me malinterpreten, amaba cada segundo que pasaba con la gente que me rodea, pero a veces solo quieres escapar sola bajo la luz de la luna, desaparecer de todo el mundo y perderte en el tuyo, donde no hay malos tragos, ni malas noticias y mucho menos estrés.

Pero cuando cruza en tu mente pacifica todo lo que dejarías tras al salir corriendo es como si te cayera una gran cubeta de agua fría sobre tu cabeza, devolviéndote a tu realidad, a la dura realidad.

Y ahí estaba yo, tratando de entrar y sumergirme en mi mundo, donde seguía reviviendo la escena de la noticia.

Hacía más frío que del normal, tal vez por que son las 4 casi 5 de la mañana y estaba fuera de la habitación de mi madre en un short de pijama fresco y una sudadera sobre mi top deportivo, con mis tenis sin amarrar y mis calcetas blancas. Eso era lo único que me abrigaba del fresco ambiente de madrugada.

La madre Mer entró a nuestra habitación casi hecha mares, me había levantado asustada al oír la puerta golpearse contra la pared de repente.

Tuvimos que ayudarla a calmarse, mi madre y yo la sentamos en el sofá donde yo antes estaba dormida. Trataba de decirnos algo, pero sus palabras se ahogaban en sus lamentos, ¿Cómo diablos entendería lo que decía si solo producía sonidos, que por supuesto no tenían similitud con palabras?.

Al fin cuando la tranquilizamos lo suficiente para que los sonidos que salían de su boca tuviera sentido como palabras pudimos entender. "Mer había empeorado hace unos instantes y los doctores entraron sacándome de la habitación".

Esa frase fue lo suficiente para que yo me pusiera una sudadera, sin importarme si estaba al derecho o al revés, y mis tenis sin amarran. Salimos del la habitación de mi madre, dentándonos ambas justo en las bancas de afuera de la habitación de Mer.

Esperábamos impacientes, la madre Mer aún sollozaba, mi brazo derecho sobre su espalda y mi mano dando movimientos circulares. Bastó solo un par de minutos sentadas para que la puerta se abriera.

Salieron todo el personal médico que había ingresado minutos antes; solo quedó el médico que atendió a Mer desde que ingresó a este hospital, o eso me contó Mer y su madre.

Camino a paso lento hacia nosotras, de instinto ambas nos pusimos de pie con impaciencia, aún tomaba la mano de la madre Mer en apoyo.

Él era especialista en esta área, ese mismo doctor atendía a mi madre y hacía sus chequeos cuando los necesitaba.

Su rostro no tenía ninguna pizca de felicidad ni esperanza, sus labios formaban una línea recta al estar unidos. Miraba su agenda en sus manos, había tomado anotaciones, o eso supongo.

Su bolígrafo que estaba en su mano derecha lo colocó en el pequeño bolsillo de su bata, su mirada al fin dio a parar a nosotras.

- ¿Y?- fue lo único que salió de la boca de la madre de Merry-

Apretó más su boca, tomando una gran inhalación de aire. Cerró su agenda.- Lo siento tanto-

Pude sentir como el cuerpo de la madre de Mer se desequilibraba, la tomé con fuerza, esta vez sería mi turno que ser yo quien levantara a alguien.

- El cancer fue mas fuerte que ella. Tratamos de hace lo que pudimos, pero no fue suficiente.- hizo una pausa mientras en su rostro se creaba un semblante de empatía a la madre de mi amiga- lo siento mucho-

Mis ojos ardían, no era una sorpresa que se estuvieran inundando de lágrima ante aquella noticia que me callo como balde de agua fría por un día de invierno.

Apreté mis labios tratando de ser fuerte, de no derrumbarme al igual que la madre Mer, y en cambio sostener a su madre dándole mi apoyo.

- P-pero usted, ustedes habían dicho que... - la madre de Mer titubeó, su voz eran como sollozos-

- Se lo que dijimos señora, todos teníamos la gran esperanza de que ganaría la lucha contra el cancer, pero al final al tener una recaída el cancer tomó ventaja. Ya no hay nada más que nosotros podamos hacer- Cada palabra que salía del doctor era como si fuera un pesado bloqué de cemento que me ponían sobre la espalda-

Sus palabras eran tan pesadas, como si de un huracán se tratase e inundara todo a su paso.

- ¿Y entonces?- preguntó de nuevo entre lamentos-

- Solo queda pasar tiempo a su lado y disfrutarlo, la cuenta regresiva esta hecha, tiene por lo menos un mes de vida y un par de semanas más.-

- ¿Puedo llevármela a casa?-

- Por supuesto señora, la daremos de alta si usted desea llevársela, aunque si gusta quedarse aquí nosotros le brindaremos los servicios necesarios y haremos todo lo que esté en nuestras manos para lograr que viva unas cuantas semanas más de lo previsto.-

Los lamentos de la mamá de Merry solo aumentaron, el doctor se retiró y lo primero que hizo la madre de Merry fue darse media vuelta y abrazarme. En estos momentos lo único que necesitaba aquella señora era un abrazo, a alguien que la sostuviera mientras era se desmoronaba a pedazos afuera de la habitación de su hija.

Y bueno yo era la persona que estaba ahí, para sostenerla mientras yo solo sollozaba en silencio.

CONTINUARÁ...
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