la mejor amiga de pablo lopez

Capítulo 15 (SEGUNDA TEMPORADA)

-Marta-

Ayer fue una experiencia increíble y jamás pensé que llegaría a conocer a Robert Downey Jr. y sigo soñando y si es así no quiero despertar. Hoy nos toca visitar Manhattan y tenemos muchas ganas de visitar la ciudad. Nos levantamos un poco más tarde y mientras me lavo la cara para intentar ser persona.

Me pongo un poco de corrector y un poco de color en los labios y Pablo entra a darse una ducha, le doy otro beso de buenos días y cuando creía que el día había empezado muy bien, noto la tripa revuelta y menos mal que me traje pastillas para el dolor.

- ¿Estas bien? -Pregunta Pablo.

- Si, solo que tengo la tripa hinchada

- Vaya ¿Te duele algo?

- No, por ahora no, pero eso no va a impedir que disfrutemos del día de hoy.

- Esa es mi chica.

Sonrío y termino de vestirme, cojo mis cosas y bajamos a desayunar, opto por unas tortitas y un café para espabilarme y pasar el día con fuerza. Miramos un autobús para ir a Manhattan y sale a las 12:00h. Como aun tenemos tiempo aprovechamos para ir a dar una vuelta y nos hacemos alguna que otra foto.

Seguimos maravillados por lo bonito que es Nueva York, mi madre no paraba de pedirme que le mandara fotos de todos los sitios y le prometí que al volver se lo enseñaría. Al igual que Lola, aunque pensamos en venir con toda familia algún día. Paseamos hasta que se nos hace la hora de coger el autobús.

Nos subimos y buscamos dos asientos libres, por ahora mis dolores están calmados y eso me alivia, Pablo no para de preguntarme si estoy bien o si necesito sentarme. Me cuida muchísimo pero por ahora estoy bien.

- Vamos a recorrer toda la ciudad. -dice Pablo.

- Más nos vale, quiero verlo todo.

- Menos si hay una tienda de Harry Potter.

- Prefiero esperar para ir a Orlando -digo riendo.

- Miedo me das.

- Pero me quieres.

- Y mucho.

Me besa y durante el trayecto miramos el paisaje y al cabo de un rato llegamos a nuestro destino, quedamos maravillados de lo bonito que es y estoy deseando recorrer cada rincón de la ciudad.

Bajamos del autobús y comienza nuestra aventura, antes de nada compro una botella de agua por si en algún momento él de tomarme una pastilla para el dolor. Seguimos el recorrido, nos hacemos muchísimas fotos y nos paramos delante de un artista callejero tocando el piano y Pablo se queda mirando y quedamos fascinados por como toca.

Le pide si se puede unir a tocar y juntos tocar el piano, para el recuerdo los grabo y siempre he admirado la pasión que tiene por dicho instrumento y gracias a él aprendí. El piano es su fiel compañero o como le digo yo es un brujo del piano.

- Gracias -le dice al chico.

Paramos a comer en un restaurante y le enseño el video que le he grabado y enseguida se lo mando.

- Me ha gustado mucho tocar el piano con él.

- No podías dejar pasar la oportunidad.

- Y que lo digas, en otra vida fui pianista.

- Y así lo creo, te lo he dicho muchas veces, haces magia.

Sonríe y se inclina para besarme y me alegra verle así de feliz, pedimos la comida y mientras esperamos me dirijo al baño . Vuelvo con Pablo y comemos, todo este delicioso y siento que voy a explotar.

- ¿Estas llena?

- Si como más, salgo rodando.

- ¿Ni siquiera postre?

- Nada de nada.

- Tomar una tila para bajar la comida.

- Creo que yo también.

Pedimos las dos infusiones y enseguida nos la traen, la tomo y me noto mucho mejor, terminamos y damos una vuelta cerca del puerto y me recuerda a Málaga cuando Pablo y yo nos horas pasábamos y tocando la guitarra y bañándonos en el mar. Pablo agarra mi cintura y miramos el horizonte, sonrío y besa mi mejilla, siempre hace que me sonroja y le devuelvo el beso.

- Te quiero.

- Y yo a ti, Pablete.

- No sabes lo feliz que me hace estar aquí contigo.

- Y yo estoy feliz, de tenerte a mi lado, de compartir cada momento único contigo y siento que estoy en un sueño.

- Del cual ninguno de los dos quiere despertar.

Nos besamos y me aferra más a el, esas mariposas que siento al estar con él las sigo sintiendo desde el primer día. El resto de la tarde lo pasamos dando un paseo en barca y volvemos al hotel, nuestros pies están molidos, así que pedimos que nos traigan la cena a la habitación. Mientras aprovecho para tomarme una ducha y veo que Pablo se une.

- Es para ahorrar agua.

- ¿Asi?

- Totalmente.

Me giro hacia él y rodeo su cuello con mis brazos.

- Sabes que me gusta ducharme contigo.

Antes de que diga nada, le beso y me apoya contra la pared de la ducha. El calor entre los dos aumenta.

- ¿Estas jugueton?

- Puede.

Me calla con un beso, pero antes protección para evitar sustos. El agua cae sobre nosotros y enseguida nos dejamos llevar, los besos y las caricias se vuelven protagonistas y disfrutamos de este momento.

Pero justo nos traen la cena y enseguida salimos corriendo de la ducha, me pongo unos pantalones holgados y una sudadera y voy a abrir. Le doy las gracias y cierro la puerta, pongo el cartel de no molestar.

- Nos han interrumpido.

- Un pelín

- No me he librado de ti, señorita.

Rio y cenamos, al acabar paso a lavarme los dientes y a ponerme mis cremas antes de irnos a la cama. Salgo del baño y seguimos por donde lo habiamos dejado antes en la ducha.

- Ahora nadie podra molestarnos.

Le callo con un beso y no hay nada ni nadie que nos interrumpa.

(....)

Después del acto, nos quedamos abrazados y antes de irnos a dormir pongo a cargar el móvil, mañana nos toca visitar los parques Universal y tengo muchas ganas de volver. Quiero ir disfrazada de alumna de Hogwarts e intentaré convencer a Pablo, aunque creo que será misión imposible.

- Buenas noches, mi amor.

- Buenas noches, cielo.

Le doy un beso y enseguida nos quedamos dormidos.