Los demonios de los que estamos hechos. ©️

Capítulo 6 |La pintura más triste que he visto|

Capítulo 6 |La pintura más triste que he visto|
''Sia - Too Beautiful''

Al día siguiente abro un ojo y después otro cuando siento la luz del sol darme directamente en la cara.

Realmente no veo muy necesario las ventanas abiertas todo el tiempo en una habitación. Yo las cierro y así me evito despertarme. Igual no es que se sienta muy mal, solo es una sensación de caliente que, mientras más dure, más molesta.

En mi defensa la noche anterior me lancé en la cama sin verificar absolutamente nada. Me sentía muy agotada como para ponerme a curiosear, que era lo que hubiese hecho en otras circunstancias, claro.

Además, el conocer a Harriet me dejó con un mal sabor en la boca. No me gustó nada como actuó Arden con ella tomando en cuenta cómo es siempre. Igual tampoco me gustaron demasiado todas las preguntas que hizo. Y como me miró, como si evaluara que cantidad de riesgo supondría para ella. Se sintió extraño, como si me estuviese puntuando. Al final parece que decidió lo mismo que yo hubiese hecho.

Puntuación: 0.
Riesgo para mí con Nikolai: 0

Decidí ignorar la punzada de incomodidad que me causó todo eso y solo ingresé a la habitación, miré una cama tamaño King que pretendía ser cómoda y me lancé.

De verdad que no quiero involucrarme demasiado con nadie de aquí. Quiero pasar lo más desapercibida posible y no meterme en problemas. Hasta el momento tengo mis objetivos claros: conseguir un trabajo, mudarme a la residencia una vez consiga sitio y comenzar la universidad. Aunque, siendo sincera, solo me apunté para venir hasta aquí porque ni siquiera me convence la carrera que escogí. La realidad es que no sé qué hacer con mi vida. Hice un técnico en paramédico y hasta ahí. Todos me dicen que debería inclinarme por medicina, pero no es lo que quiero.

Es simple: sé lo que no quiero, pero no lo que quiero y cuando pienso en lo que quiero me duele la cabeza y tengo que dejar de pensarlo. Es difícil cuando no sabes lo que quieres y es mucho más difícil cuando te sientes presionada para decidirlo rápido.

Suelto un bostezo y me estiro como si estuviese nadando en el medio de un mar profundo. La cama es muy cómoda y blanda, se siente como si estuvieses en un paraíso y no hay nada ahora mismo que me haga sentir mejor. El ambiente se siente tan relajado que dan ganas de quedarse toda la vida.

En ese momento que me doy cuenta del techo y de la obra maestra que tengo encima. Parece sacado de una revista de arte porque está pintado con constelaciones. Es una impresionante obra de arte celeste que te recibe con una galaxia espectacularmente detallada.

La galaxia parece tan real que casi puedes sentir la fuerza gravitatoria que emana de sus estrellas, planetas y nebulosas. La claridad de ahora, gracias al sol, está intercalada con las tonalidades de los colores celestes, púrpuras y rosas; creando un efecto hermoso y atractivo.

Los colores se difuminan suavemente unos en otros, creando una sensación de movimiento y fluidez en la galaxia. Cada detalle está cuidadosamente pensado y dibujado con una precisión sorprendente, lo que me permite perderme en la contemplación de la obra de arte.

Por un segundo me pregunto quien se habrá dedicado tan cuidadosamente a pintarlo así. Tuvo que haber sido una persona a la cual le pagaron muchísimo dinero o una persona que de verdad le puso mucho el alma. Se siente como que te traspasa todo el cuerpo y te llega justo al corazón.

El techo de la habitación parece una ventana abierta hacia el universo, ofreciéndome una vista sin igual del espacio exterior. Las luces en la habitación están dispuestas de manera que se realce el efecto galáctico del techo, haciendo que la habitación entera tenga una atmósfera de ensueño.