A Emma le gustaba Lucia

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-¿tienes todo?

Veo las maletas dispuestas unas encima de otras, Emma insistió en llevar más de lo que debería, como siempre.

La boda es en 3 días, partimos a Los Cabos en unas horas para tener tiempo de pasear antes del gran día.
Emma y yo nos iremos hoy y mi familia nos alcanzará un día antes de la boda, la boda tendrá pocos invitados, algunos amigos de Emma, colegas del trabajo, su hermano y su familia, mis invitados serán un poco más escasos que los de ella, mis padres y Riv, la abuela, algunas amigas de la abuela claro, amigos de la infancia que invite por puro compromiso, mi hombre de honor, Carlo, abby y Cris igual confirmaron su asistencia, de Silvie...aún no se, dijo que haría todo lo que pudiera para llegar.

-Lucía...

-eh?-la imagen de Emma parada con miles de bolsas en la mano me saca de mi ensoñación.

-que si ya pediste el taxi?

-eh no, no, dame un minuto.

Emma suspira y termina por acomodar las bolsas en una maleta de mano.

Me apuro en terminar de empacar lo que quedaba fuera de la mía y pido un taxi en la aplicación.

Últimamente las cosas se sienten tan naturales como Emma, no por que antes no fuera así, solo que antes sentía los nervios de que estaba haciendo algo que aún no lo creía posible, ahora la idea de que soy una de las afortunadas de la vida y que una mujer como Emma compartirá la suya conmigo me da una seguridad que nunca creí tener.

Emma insiste en que la boda no la tiene nerviosa, pero la descubierto mirando más de una vez el acomodo de los invitados, marcándole a Cristina en la madrugada para saber si todo va en orden y si su atuendo para el día ya tiene los arreglos que le quedaban.

Emma está nerviosa, yo lo estoy igual.

-ya viene-la sorprendo por detrás rodeándola de la cintura.

-Lucía!-rie.

Acaricia mis brazos que se encuentran en su cintura y se voltea para colgarse de mis hombros.

-revisaste la reservación?

Rodeó los ojos mientras río con su insistencia.

-ya...la he checado todos los días de esta última semana.

Emma besa mis labios por un segundo de tiempo.

-no esperaba menos cariño.

Se separa de mi para subir a la habitación, solo escucho sus pasos apurados en la moqueta del piso...¿que otra cosa habrá olvidado?

El claxon del taxi nos advierte de su llegada.

-Emma!

-voy dame un minuto-grita desde algún lugar del segundo piso-comienza a subir las maletas cariño.

Miro hacia las maletas, no creo que pueda con todas pero no me puedo permitir decepcionar a mi futura esposa.

Salgo con las miles de maletas en mano y el conductor se apresura a ayudarme con unas.

Toma más de la mitad y como si fuera tarea fácil las mete todas en el maletero ayudándome con las que aún tengo en la mano.

Veo a Emma salir con su bolso mientras asegura la entrada y pone la alarma, Emma insistía en contratar un vigilante para que se quedara estos días que estaremos fuera, pero mi idea de que contratáramos vigilancia por cámaras le pareció mejor.

Abro la puerta para que sea la primera en entrar y Emma me agradece con una sonrisa y un beso en la mejilla.

-al aeropuerto por favor-le dice al conductor.