Lucy "Destino"

Una bienvenia peculiar

¡Hola a todos!

Veamos, no soy bueno con las presentaciones así que espero y no sea tan mala mi historia, verán...por donde empiezo...

Ya se, ¿ustedes creen en el cielo y el infierno?

Vale a veces esa pregunta es difícil de responder.

Algunos dirán que si por que a los buenos les premiarán por portarse bin y a los malos los castigan. Otros dirán que no existen ya que no los pueden ver, pero...

Pero qué pasa si les digo que sí existen y están más cerca de lo que piensan, aunque no son nada parecido a lo que les han contado...

No me creen, bueno yo soy una prueba viviente de ello. Si se que me veo como un niño común de siete u ocho años, pero déjenme decirles un secreto, acérquense, en realidad soy...

Bueno ya lo descubrirán.

El mundo vive cegado por su propia ignorancia, desconocen la existencia de deidades que rigen la creación. Entre esas deidades se encuentra mi padre, quien se proclamó rey sobre demonios y almas condenadas al castigo eterno; y aunque desconozco la historia y el porqué de sus misterios, sé que él odia con todo su ser a los humanos y a sus creadores...

Perdón si sueno un poco cansado y distante, pero estoy demasiado agotado. Me encuentro escapando de mi perseguidor, es curioso ya que desde que logré escapar de mi prision he conocido tantas cosas, pero nunca había visto la lluvia. Es algo tan extraño, tan peculiar, pues las gotas de agua que caen son tan frías que hacen que tu piel por más curtida que esté, sea más sensible a su tacto. En mis trece años de vida nunca había tenido frío y mucho menos había estado tan cerca como hoy de la muerte, es curioso por qué no se que pasa cuando los demonios mueren...¿irán al cielo?, ja no creo sea posible,¿irán al infierno?, si de ahí provienen, no tenía respuesta alguna, pero aun así ,no estaba listo, ni dispuesto a conocer la respuesta.

"Maldito demonio... me lastimo bastante y si no fuera porque apareció uno de esos seres alados en su camino, ahora mismo estaría caminando por el otro mundo", recogí mis propias alas lastimadas en la espalda, pues sus heridas eran tan graves que no podría volar en algún tiempo.

" Solo espera a que mi padre se entere de tu traición y sabrás lo que es recibir el castigo del rey del infierno", pensé avanzando por un camino en medio del bosque a pasos pesados por el esfuerzo, con algunas costillas rotas y con hemorragias que me habrían matado ya si no fuera por mi regeneración. Mis garras se aferraban a los troncos en un intento por no caer y es que mis fuerzas me estaban abandonando lentamente.

Esta sensación de cansancio en medio de la lluvia me hizo sentir la necesidad de tirarme al piso solo para descansar, pero si no me alejo lo suficiente Astarot terminará con lo que empezó y no estoy muy seguro que aquel guardián tenga la fuerza para hacerle frente.

La pequeña parte de humanidad que tengo es algo que nunca había tomado en cuenta hasta este momento, guarde fuerza cambiando mi ser al de un humano para que no pudieran rastrearme y es que con los humanos de la zona podría ocultarme. Termine por detenerme un momento, el cambio de apariencia me tenia agotado. Baje mi mirada solo para ver como mis dedos ahora sin garras, tan suaves y sensibles al tacto. Me recordaron a Samy llevándome a preguntarme por qué me atacaron esos malditos humanos, acaso no tienen respeto por ninguna vida.

Reanude mi andar por el paso lleno de lodo arrastrando mis pies.

"Mi cuerpo está frío... siento que en pocos segundos voy a quedar inconsciente. No puedo morir aquí... ", me reclame a mi mismo al levantar la vista buscando algún lugar donde refugiarme, pero mi vista se estaba nublando poco a poco.