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6 años después

1536 inicios de primavera

Hürrem caminaba por el bosque, con ayuda de Rüstem hizo una pequeña zona para poner las lapidas de sus seres amados, al menos para tener a dónde llorar cuando sintiera la necesidad.

Las marcas en sus muñecas comenzaban a desvanecerse y las heridas en su corazón estaban sanando.

Se sentía más tranquila después de haber tenido aquella plática con su pequeño Mehmet y aunque no pudiera tener una contestación sabía que estaba con ella.

Disfrutaba del paisaje al caminar, ella había cambiado, su cabello estaba atado en una coleta, ya no usaba vestidos todo el tiempo, ahora vestía con pantalones y camisas.

Si en el imperio la vieran se darían cuenta que ahora su belleza era mucho más pronunciada a pesar de todo, estaba ciertamente delgada que antes, pero su sonrisa era más brillante.

Sus hermosos ojos verdes ya no lucían cansados y no tenía que sufrir más por un corazón roto, al menos no porque otra mujer le intentaste arrebatar a su amor.

Ahora en lugar de una hermosa corona llena de joyas de diferentes colores y tamaños llenaba una espada en la sintiera, la había ocupado más de una vez desde que aprendió a usarla, algunas veces para darles un pequeño susto a ciertos hombres que intentaban acercarse y algunas otras para ayudar a quienes en su camino lo necesitaban.

Si alguna de las mujeres que conoció dentro del harén la viese ahora apenas la reconocerían, su personalidad se estaba complementando, ya no era tan solo una dama, ahora también era una guerrera que luchaba por su familia.

...

Caminaba tranquilamente pensando en lo que haría durante el resto del día, últimamente Mihrimah y Nurbanu hacían de todo y ella apenas tenía cosas que hacer.

Estaba muy tranquila hasta que escucho el crujir de una rama tras de ella, no volteo de inmediato, sabía que si la estaban siguiendo no se mostrarían, llegando al pueblo seguía sintiendo que alguien venía tras ella así que en la primera oportunidad entro a un pequeño callejón.

Un hombre encapuchado dio la vuelta por el mismo callejón y busco con la mirada, pero no vio a nadie, hasta que se dio cuenta que había otro pequeño camino, al acercarse a este fue emboscado.

Hürrem lo pego a la pared con fuerza y puso su daga en el cuello de aquel hombre —¿Quién eres y que es lo que quieres de mi? — pregunto con tono amenazante.

—No vengo a hacerte dañó — dijo el hombre.

Hürrem apretó más la daga en el cuello del hombre —Responde lo que te pedí— dijo molesta.

El hombre río un poco —Veo que la delicada sultana ya no existe— dijo con tono irónico.

Hürrem se molestó más.

—Bien, si me deja un momento revelare mi identidad y por quién vengo— dijo con tranquilidad.

Hürrem se apartó de él —Si intentas hacerme daño te mataré — dijo sería.

El hombre sonrió y retiro la capa —Acaso no me recuerdas, me ha enviado la sultana Sahrazad para ver cómo esta— dijo con una sonrisa.

—Eso pudiste haber dicho desde el principio Bali Bey, que necesidad la tuya de estos juegos— dijo guardando la daga en su lugar.

—Si no fuese así no sería divertido no crees— dijo con una sonrisa retadora.

Luz de Esperanzaजहाँ कहानियाँ रहती हैं। अभी खोजें