Luz de Esperanza

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Palacio Hatice

Hatice rápidamente volvió a su palacio sin decir ni una sola palabra, Ibrahim no estaba así que le tocaría a ella deshacerse de aquel papel, no entendía realmente por qué decidieron guardarlo, desde un inicio debieron deshacerse de él.

Entro a la oficina y abrió aquel cajón con llave donde estaba el documento, sin embargo, al abrirlo no encontró nada, Nasuh efendi llego también, junto con otro de los consejeros que conocía aquel papel y ambos le ayudaron a buscar en toda la oficina, pero no hallaron nada.

—No entiendo, ¿Ibrahim se deshizo de él sin decirnos? — se preguntó a sí misma.

—No lo creo sultana, hable con Ibrahim antes de que se fuera y me encargo que estuviera al pendiente de sus cosas, nadie debía entrar al palacio y buscar en sus documentos ahora que los rumores comenzaban, no quería que dicha información fuese encontrada— dijo serio.

—Eso solo quiere decir una cosa— dijo Hatice.

—¿Qué cosa sultana? — pregunto Nasuh.

—Alguien lo robo, fue así como se difundió el rumor, lo sacaron de ahí— dijo sería.

Nasuh la miro asustado, quien podría haberse atrevido.

Hüricihan entro a la oficina y vio a su madre y a Nasuh preocupados —Lamento interrumpir madre, pero ya está la comida— dijo con calma y miro a los hombres que la acompañaban —¿Se quedaran a comer? — pregunto a ambos con tranquilidad.

Los hombres miraron a la sultana —No sultana, tenemos algo urgente que hacer, su padre nos ha encomendado una tarea, con permiso— dijeron ambos antes de salir de la oficina.

Hatice se sentó un momento y luego miro a su hija —Cihan, ¿Quiénes han venido al palacio en los últimos días? — pregunto sería.

Cihan sonrió —Madre, ¿Ya lo olvidaste?, hace poco recibiste a todas las sultanas en el palacio para cenar juntas y mi padre tuvo una reunión con los pashas en el palacio— dijo tranquila.

Hatice la miro, sería —Ve a comer, no tengo hambre— dijo sería.

Cihan se fue un poco preocupada.

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Dos días después

Capital de Estambul

Mercado

Nuevamente, por los pasillos de las casas de aquel lugar, una figura se escondía detrás de una larga capa de colores bajos, reunida con un hombre de oscura apariencia.

—Hiciste muy bien trabajo aquella noche — dijo la mujer con una sonrisa, saco un par de bolsas de monedas —Te dije que te pagaría bien— dijo con una sonrisa.

—Sultana, aunque no me lo pagará, sabe que por usted haría lo que fuese— dijo con una sonrisa.

—Gracias, ahora tienes una tarea más importante— dijo con una sonrisa.

—Lo que usted diga mi sultana— dijo con tranquilidad.

La mujer sonrió un poco —Bien— respondió, saco un papel de la manga de su vestido y se lo entrego — Aquí tienes dentro está la dirección y el nombre de la persona a la que tienes que entregarle esto— dijo después de entregar el papel, solo entonces saco una carta y se la entrego, esta estaba dentro de un cilindro con la decoración característica de la dinastía —Es imperativo que llegue a quien está dirigida lo más pronto posible, por sobre todo debe saber que Ibrahim pasha está cerca y no dudara en rebasar los límites aun cuando esto traiga consecuencias— dijo sería.