Cuando SeonWoo destruye "accidentalmente" un libro viejo, es transportado al mundo mágico de Cenicienta, bueno no exactamente "ese" mundo magico, pero si se parece bastante.
Dentro de este mundo encarna en Kim SuNoo, el hermanastro feo de la inocent...
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Cuando SeonWoo están con un chico o chica que tenga tanta belleza para su propio bien, suelen pasar uno de tres escenarios distintos:
1.─ Sus labios se sellan y no se abren hasta estar en la seguridad de su hogar, osea que su cerebro se vuelve una patata.
2.─ Si por milagro puede hablar, es con tartamudeos, con sus mejores amigos hablaba por horas y de puras tonterías, pobre de JungWon que le aguanta tantas charlas idiotas, pero si llega un chico guapo o una chica bellísima ¡boom! Cortocircuito en sus cuerdas vocales. Luego se pone rojo a mil.
3.─ No camina. Si llega a estar de pie y alguien llega, se tropieza consigo mismo, como un venado aprendiendo a caminar y cae. Una vez derribó a un profesor que no lo dejaba ir al baño a esconderse, esa vez rechazaron su confesión de amor y solo quería huir, el profesor tuvo la culpa por no dejarlo pasar.
El caso, es que las tres pasaron en el momento donde se topó con Park SungHoon.
Contexto, caminaba a clases cuando sonó su celular y un mensaje de su madre apareció en la pantalla:
Mamá ♡ :"Amor, tome turnos extras hoy y mañana. Llega a casa lo antes posible después de la escuela, te amo estrellita."
Su madre comenzó a trabajar más de lo usual estos días, todos esos turnos extras son en parte para sus pagos faltantes de matricula y luego para su independencia personal, le gustaba tener dinero que fuera suyo.
Con los ojos en el suelo, doblo una esquina y casi se tropezó con ESE tipo que venía en su dirección. De no ser así, ni si quiera lo habría visto.
─ ¡Oh! Lo siento mucho. ¿Puedes decirme dónde está el gimnasio?
Se quedó mirando al chico que parecía de 1.80 centímetros de pura sensualidad. Su voz era ciertamente un poco rasposa, muy atractiva en opinión de cualquiera, pero al mismo tiempo su tono era amable, simpático.
─ Soy nuevo aquí. ─dijo el chico con una sonrisa de disculpa─ Me traslade ayer de Australia.
─ ¿Eres Australiano? ─SeonWoo no estaba pensando, esa pregunta era totalmente tonta en este momento.
─ No, pero estuve un tiempo ahí. ─el chico nuevo fue aún más amable ahora, parecía muy abierto a la platica.
─ Em... hola. ─y su boca se seco, se esforzó para no mirarlo, bueno, no repasarlo. "Concentración SeonWoo ¿qué pregunto?"─ El gimnasio... esta por allá. ─apuntó al pasillo a sus espaldas.
─ ¡Gracias! ─Le lanzó una sonrisa que iluminaba como el sol y siguió su camino. Y luego pasó lo peor, le dijo mal la dirección.
