Cuando SeonWoo destruye "accidentalmente" un libro viejo, es transportado al mundo mágico de Cenicienta, bueno no exactamente "ese" mundo magico, pero si se parece bastante.
Dentro de este mundo encarna en Kim SuNoo, el hermanastro feo de la inocent...
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La lista de pecados de SuNoo son:
• Robar chocolates en una panadería cuando tenia seis años; mentirle a Jhosh de tercero B sobre que a Estefany de tercero D le gustaba.
• Haberle gritado a su madre cuando tenia trece, solo porque estaba de mal humor.
• Mintió cuando dijo que iría a casa de una amigo a fiesta en la piscina, pero en realidad fue a beber alcohol en la casa el árbol.
La lista es mucho más larga pero aquellos son los hitos más importantes. Ahora preguntémonos ¿aquellos pecados merece como pago tal humillación?
Cayó sobre su trasero, después de ser felicitado por los monarcas de esta nación, porque su hijo le sonrió y guiñó un ojo; que vergüenza, no mayor que eso, era trascendentalmente lo peor que le ha pasado en su corta vida.
Cuando SuNoo ya estaba en el suelo se escucho un jadeo general, todos los que estaban viendo no podían creer tal accidente y lo peor de todo, el príncipe reía.
No era una risita, eran carcajadas. Parecía que aquel accidente le había alegrado la semana completa, la Reina Irene le miro severo.
─ Príncipe SungHoon. ─la voz del Rey JunMyeon fue firme y fría, haciendo que SungHoon dejara de reír y que la Reina bajara la mirada─ Como buen sucesor de mi nombre, ayudara al joven SuNoo a levantarse y llevarlo al jardín, parece que necesita un poco de aire ¿hmm?
─ Como su Majestad ordene.
Sin dudarlo si quiera, SungHoon camino seguro hasta -el aun entonces en el suelo- SuNoo, tendiéndole la mano. Saliendo de su estado de pánico, SuNoo sin dejar de mirar el suelo tomo aquella mano. No le interesaba a donde le llevara, con tal de no ver la cara de JungWon o su Madre, estaría bien.
A SuNoo le ardía el rostro y tenia el palpitar de su corazón reventando en sus oídos, estaba saliendo del salón de baile de la mano del príncipe, este no era el plan.
Caminando por un pasillo, SuNoo seguía sin ver hacia adelante, pero sabía que había sirvientes viéndolos, puede escucharlos saludar al príncipe, para cuando pensó de que estaban caminado bastante, escucho puertas abrirse y viento encontrándolo. Por fin vio hacia el frente, quedando sorprendido con el jardín.
Era literal entrar en un mundo del país de Nunca Jamás, que en cualquier momento saldrían las hadas... mierda, no como el Hada NiKi, sino que de las pequeñas y tiernas.
─ ¿Vamos? ¿O quieres seguir admirando? ─este príncipe no se parecía en nada al de aquella noche que ayudo al pequeño TaKi.
─ ... Vamos.
Ni SuNoo entendía porque seguía tomado de su mano, si podía caminar perfectamente bien. Una vez que los pies de SuNoo tocaron el césped, se permitió derrumbarse lejos de la mano de SungHoon, para acostarse en el verde pasto.
