Capitulo 5: Enigmático

556 35 1
                                    


Anker se paseaba por toda la pensión de Harry mientras que el hablaba con su amiga, parecía alterado y peinaba su cabello una y otra vez. Un lindo cabello, que ella con mucho gusto trenzaría si él se lo llegase a pedir.


La lluvia había cesado, pero ahora lo truenos y relámpagos,  su padre de seguro estaba furioso pues el cielo estaba oscuro y turbulento, y se enojaría  más si se enteraba que ella estaba en las manos de un mortal.

La amiga se Harry  camino hasta la puerta  y le hizo un gesto con su mano,  y salió, ahora solo quedaban Harry y ella.

—Am Anker...—murmuro Harry  nervioso mientras se  acomodaba en el bar de la cocina

—Dime—contesto ella

—¿Cómo es que no te vi? ¿ en dónde estabas?—pregunto

—Tu amiga te lo dijo, soy una de las ninfas más difíciles de ver, casi nadie logra—respondió

—Pero te pueden sentir—afirmo el

—¿Cómo sabes eso?

—Porque tu  por las noches cepillabas mi cabello, y las dos veces que fui al lago escuche la tonada que cantabas—conto

—Esa no era yo—contrarresto

—Claro que eras tú, lo puedo sentir—afirmo nuevamente

Ella simplemente ignoro su comentario. Su estomago empezó a rugir,  y su boca pedía a gritos un poco de  agua. Acaricio un poco su estomago y Harry la miro.

—¿ te sientes bien?—pregunto Harry

—Tengo hambre—contesto y luego pregunto: — ¿tienes algo de comer?

—Amm déjame ver—camino hasta la nevera, la abrió pero en ella solo había agua, algunas latas de cerveza y hielo—realmente no tengo nada de servicio solo espérame  por unos  minutos y te comprare algo—anuncio

—No te demores—por favor pidió

—No lo hare, además hay un autoservicio cerca, por eso escogí esta pensión

Harry  tomo un poco de dinero,  y salió, aseguro la puerta y dejo a Anker a la suerte por unos minutos.

Unos pasos se escucharon,  el azotar de unos tacones se hizo presente, Anker alzo su vista y se encontró con una  chica castaña, un cuerpo que a cualquier dios volvería loco y una prenda de vestir bastante mostrona. Pero esta no era una chica cualquier, era  Calíope. Su hermana. Nunca se llevaron en gracia ya que Calíope solía se presumida.


—La ninfa entre mortales, quien lo diría la inocente Anker—canturreo

—No  se supone que debes estar alabándote a ti  misma y tocando tu trompeta—ataco Anker

—Eso es solo en el otro mundo, y tu muy lo sabes

—¿ a que viniste?—pregunto desafiante

—¿ Zeus sabes que estás aquí?—contesto ella con otra pregunta

—No lo, sabe y no se tiene porque enterar—gruño—ahora dime para  que viniste

—Las demás deidades están corriendo el rumor de que tu vida se acabo, pero por favor, seamos sinceros, eres una de las mas jóvenes—burlo

Mystici [H.S]Where stories live. Discover now