Capitulo 7: bésala

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—    ¿ que fue eso?—pregunto Harry casi sin  poder creerlo

—    Solo, la asuste, nada del otro mundo—contesto ella con tranquilidad

—    Eres mi salvadora Anker, yo nunca la había visto tan asustada—murmuro marcela

—    ¿no podemos ir de aquí?—pregunto ella

—    Claro—contesto Harry

Devuelta al estacionamiento, marcela encendió el carro y emprendió marcha hasta el apartamento de Harry. Marcela se marcho y lo dejo solos. Anker estaba tirada en el mueble, sentía que algo andaba mal con ella.

—    ¿ te sientes bien Anker?—pregunto el

—    Algo—susurro ella— ¿hay algún lago cerca?

—    Bueno, cerca cerca no, pero si hay

—    ¿ podemos ir?—pregunto

—    Claro, solo deja y llamo un taxi

Anker se sentía mas y mas debilitada, su piel se estaba resecando y sus labios partiendo.


Al pasar de unos minutos llego un taxi, Harry aun no lo había notado, pero ella iba cada vez más pálida. Subieron al taxi y al pasar de cinco minutos llegaron a un lago, no era el mejor del mundo, pero era bueno.

Ella rápidamente bajo del taxi dejando a Harry atrás.  Se quito toda la ropa mientras Harry la miraba perplejo, ese efecto que sintió la primera vez lo volvió a sentir. Su mente le jugaba sucio.

Corrió hasta ella, quiso besarla, pero unos metros antes de poder hacerlo ella se esfumo, con su mirada la busco por todas partes, pero ella no estaba. Se sentó en la orilla del lago.

—    Harry—gritaron. El se sobre salto que perdió el equilibrio y se fue hacia atrás. Se incorporo de nuevo y vio que era Anker la cual estaba en el agua

—    Me asustaste, eso no se hace—mascullo el

—    Lo siento, pero estabas perdido en algo y no me quedo de otra

—    ¿ por que querías venir al lago?—cuestiono

—    Tenía que hacerlo, o si no moriría, llevo tres días fuera de mi hábitat

—    Entiendo Anker...

—    ¿Qué?—pregunto con dulzura

—    ¿ por qué atraes a los hombres?—pregunto el

—    Porque es una esencia que tenemos las deidades—se impulso y quedo frente  a los labios de Harry—es un regalo con el que naces—susurro cerca de Harry. Tanto a si que el sintió que su mundo de derrumbaría  

—    Creo que ahora mismo me estas seduciendo—musito, cerro sus ojos. Las manos de Anker atraparon su cuello y lo jalaron hacia el lago.

Ambos se hundieron, la diferencia era que Anker podía respirar bajo el agua, Harry no. El oxigeno le empezó a faltar y ella lo noto, llevo hasta arriba y el tomo una bocanada de aire.

—    Lo siento Harry, no es costumbre estar con un mortal—se disculpo ella

—    Tranquila... te comprendo

—    ¿ que sientes en este momento Harry?—le pregunto

—    Siento confusión, siento tremendas ganas de devorarte a besos, pero me debo contener

Mystici [H.S]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora