Capitulo 15: Arpías

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La semana de clases empezaba, Harry estaba en parciales. Tenía que concentrarse. Tenía que estudiar porque o si no todo el esfuerzo de cinco años quedaría en la basura. El parecía angustiado solo tomaba café y leía y leía el mismo libro. Anker lo miraba desde el cuarto, ella mientras Harry estudiaba no hacia ningún ruido, hasta solía desaparecer para no estorbarle a él en su tarea.

Se sentó en aquella cómoda cama de Harry, mirando al techo, a ella le gustaba Harry, quería quedarse. Quería ser un mortal para estar a su lado, y el único que podía convertirla en completamente en una humana era su padre. ¿Pero como pedírselo? A pesar de que era el gran Zeus ella no lo conocía. Aunque afrodita siempre solía decirle que si lo conocía, según lo que cuenta afrodita cuando ella era una bebe el siempre solía visitarla y le contaba grandes historias.

— ¿estas aquí Anker?—pregunto Harry abriéndose paso en la habitación.

— aquí estoy—respondió ella

— no te logro ver—rio el

— espera, cierra los ojos y dame un momento—pidió

— está bien

Al cerrar Harry los ojos ella apareció, se acomodo un poco el cabello y la ropa.

— Ábrelos—ordeno. Él lo hizo y la vio acostada en la cama, ella lucia tierna, ella era hermosa.

— ¿Cómo haces eso?—cuestiono el

— Son trucos—rio—¿Harry... puedo hacer algo contigo?—pregunto ella un poco temerosa

— Depende—rio él, dio unos pasos y se sentó a su lado

— Me gustaría trenzarlo ¿puedo?

— Hmm nunca le hecho unas per supongo que me veré como un rapero blanco que quiere ser negro

— Pongas lo que te pongas siempre te veras bien—se levanto de la cama y se poso detrás de Harry.

Tomando varios mechones de cabello y enredándolos, logro varias trenzas todas ellas muy bonitas. Después de varios minutos Harry tenia parte del cabello trenzado y lucio excelente. Se acomodo en la parte de adelante y se sentó en las piernas de él, quedando en una posición muy comprometedora.

— Luces tan lindo Harry. Yo creo que hasta Zeus te tendría envidia—sonrió y se acerco hasta los labios de el

— ¿ sabes lo que estás haciendo?—cuestiono él con un tono socarrón

— Sí, bueno supongo—le dio un pequeño beso corto y Harry le siguió. Se detuvieron y se miraron por unos segundo

— ¿ qué pasarías si te quedas?—pregunto

— No lo sé, hay tanto factores involucrados, que no se qué pasaría—contesto ella y se removió un poco en las piernas de él

— Anker... por favor. Que te he dicho sobre eso. Soy respetuoso, y no quiero que me veas así

— Entonces cierra los ojos—rio ella

Harry hizo lo y Anker empezó a darle pequeños besos por todo el cuello, mientras bajaba su mano hasta el jean y pasaba su mano por aquel miembro que estaba duro. El solo se estremecía y de dejaba llevar por ella. Se detuvo y Harry abrió los ojos, pero ella no estaba. Las mismas sensaciones seguían, y ahora mismo necesitaba follar o le daría algo.

— ¿donde estas Anker?—pregunto él. Pero por respuesta solo obtuvo una risa burlona.

Una fuerza lo tumbo en la cama y con delicadeza arrebato la camisa que llevaba puesta. Unas suaves caricias acompañadas de una ventisca con olor a lavanda se hicieron presentes. Sentía como sus tatuajes eran delineados y besados por unos suaves labios. Cerró sus ojos nuevamente y suspiro. Estaba demasiado excitado, pero aun así si mente le decía que no era momento. Abrió sus ojos y ahí estaba Anker, haciendo estragos con él mientras que con sus labios recorría su cuerpo, ella se detuvo y se acerco hasta sus ojos. De nuevo pudo ver aquellas llamaradas que lo inducían en un trance.

— ¿ qué has hecho tu conmigo?—pregunto él entre risas

— Ni yo lo sé, nunca me creí capas de esto, y pienso que es nuevo

— Ay Anker. Has causado un desorden en mi

— Esto no va en la lista

— No importa si no está, yo no le veo el problema.

Harry miro a un lado el reloj, eran las diez de la mañana y a las diez y veinte tenía unos de los parciales más importantes de la carrera. Anker noto su preocupación y se hizo a un lado.

— No me demoro Anker. Solo presento mi examen y me regreso—anuncio

— Está bien, no hay problema... pero prométeme algo...

— Hmm si claro

— Mantente alejado de Calíope, por favor—pidió

— Lo tendré en cuenta

El se levanto de la cama, busco su camisa con la vista. La encontró y se la puso. Se acerco a Anker y le dio un pequeño beso en la mejilla, dio media vuelta y se fue.

Ella se asomo por la ventana, alzo su vista y se encontró con que dos arpías. Ambas se paseaban por el techo del de una casa que daba con la pensión de Harry. Caminaban de un lado a otro y hablaban entre sí, arpías solían tener una excelente vista. Y si ella no se ocultaba bien; su travesía en el mundo de los mortales terminaría. Para ellas la invisibilidad de Anker no era obstáculo, pues atreves de ondas sonoras la podían detectar.

Anker se tiro en el piso y rodo por él. Se arrastro hasta llegar al pequeño baño de Harry, como pudo cerró la puerta y al fin podía respirara. Un estruendo se escucho en la ventaba, luego unos rasguños. Después de unos segundos se detuvieron. Pero a pesar de todo había algo que las arpías no podían detectar y sin eso nunca la encontrarían, gracias al obsequio de hades. Ella ahora mismo estaba atraída por cierto olor, uno diferente. Un olor sin explicación y sin rastro de una deidad. Minutos después los golpes se detuvieron.

Mystici [H.S]Where stories live. Discover now