Capitulo 17 :Tiempo

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Mientras Anker degustaba un algodón de azúcar Harry la examinaba, le gustaba mirarla, porque en realidad ella linda, y llamativa. Tanto que a Harry le daban celos cuando los demás hombres la miraban.

Se había subido prácticamente en todo, lo único que faltaba era el famoso paseo del amor. Toda la cuestión romántica emociono a Harry, y por supuesto a Anker; aunque no entendiera mucho la intención de dicha atracción.

— Ten en claro que en esta atracción me tienes que dar besos—bromeo Harry

— Te daré cuantos quieras—contesto ella

— Pues eso no me molestaría, ven entremos.

Entrelazaron sus manos y caminaron hasta la entrada, mostraron sus brazaletes y los hicieron pasar. Subieron a un pequeño bote, que empezó a andar dirigido por unos remos automáticos, Harry un poco torpe y nervioso paso un brazo por los hombros de ella, y la apego un poco a él.

— ¿ a qué hora son los besos?—ronroneo ella

— Cuando tú quieras, siempre y cuando alguno de esos dioses no nos espíen—rio el

— Tranquilo, no creo que haya ninguno, además deben estar ocupado en sus asuntos

— Entonces... ¿que estamos esperando?

Anker se acerco a Harry lentamente, lo miro y sonrió. Le dio beso lento y pausado, que él siguió, sus lenguas mezclaban una con la otra. El túnel era totalmente oscuro, podía hacer de las suyas si querían, pero ahora el romanticismo lo estaba invadiendo, aunque también había un toque de excitación por parte de ambos, claro que después de todo son instintos que tiene el ser humano, quieran o no es una necesidad.

Anker se poso en horcajadas sobre él, desabrocho los primeros botones de la camisa y le dio unos cuantos besos en el pecho, mientras que el solo cerraba los ojos y disfrutaba el momento. Desde el pecho subió hasta el cuello y de ahí subió hasta la boca donde Harry la apego más a él y profundizo el beso. Un beso que se iba calentando con el paso de los segundos, pero la luz que se colaba en el túnel los interrumpió.

Se separaron y guardaron la compostura, pues ya la oscuridad no estaba de su lado. El paseo termino, salieron del pequeño bote y caminaron hasta la salida.

— Me encanto el día de hoy, ojala pudiera tener día así en ese aburrido bosque—suspiro ella

— Quédate y te prometo que todos los días serán maravillosos—le contesto el

— Harry, eso es algo incierto, puede que desvanezca, puede que muchas cosas—contradijo ella

— Pero no podemos ser pesimistas—bufo Harry

— Tienes razón, pero siempre están las malas probabilidades

— Eres una amargada Anker—burlo el

— Claro que no—reprocho

El sonido de un águila se escucho, ambos alzaron su vista y linda sorpresa, una arpía merodeaba, pero no se acercaba, pues Anker llevaba consigo el obsequio que hades le había dado, pero eso no cubría por completo a Harry.

— Dime... dime que no es lo que estoy pensando—dijo Harry con una voz temblorosa

— Si, lo es, lo mejor será irnos lo mas antes posible, no quiero que te pase nada

— Soy yo quien debe protegerte—susurro Harry y paso una mano por la mejilla de ella

— vamos ahora que esta distraída

Corrieron rápidamente hasta la avenida, donde Harry paro un taxi, subieron e indicaron la dirección del barrio, durante el camino Anker quedo dormida. Así que al llegar Harry la sostuvo entre sus brazos y la saco del vehículo. Se las arreglo para abrirla puerta, cerrarla y entrar con Anker. La recostó en la cama y se recostó él.

"Harry mírala, que bella es ella, deberías apreciar un poco más el hecho de que ella este contigo... su padre la está buscando, pero... no la encuentra... el está furioso, y ahora tienes que controlar su furia... tienes que demostrar que la amas"

Nuevamente esa voz en su cabeza ¿cómo hacia para escucharla? Pues no lo sabía, no sabía de quien era esa voz melodiosa, que hacía que sus pelos se pusieran de punta. Pero algo tenía pues cada vez lo acercaba a Anker más y mas.

La noche paso y la mañana llego, Anker estaba encima de Harry mientras que él la cubría con sus brazos. Ella despertó y miro a Harry, su respiración era lenta y pausada, lo que significaba que aun dormía. Con cuidado se levanto de la cama y camino hasta la sala, se sentó en la ventana y miro la calle, luego bajo la vista a su mano; donde unos puntos dorados se hacían presente. Cada punto que perdiera era un día menos de vida, ella era aun un semidiós, necesitaba estar en su ambiente, o si no su vida acabaría, después de todo solo era una ninfa.

— Con que tienes los días contados hermanita—susurro una voz en la parte de atrás. Giro su cabeza y ahí estaba Calíope recostada en el diván

— Los tengo contados, si, pero cada uno de ellos está repleto de alegría, y de las mejoras cosas que he pasado en la vida

— Bien por ti, se supone que lo mejor es Harry y no lo disfrutaras mucho

— Por lo menos yo he podido disfrutar a Harry, y tener bastante de su atención... mucha diría yo, cosa que tú no has logrado con tus encantos y dones otorgados—burlo Anker, estaba segura de lo que tenia y no se dejaría derrotar tan fácil

— Eso lo veremos—gruño Calíope para luego desaparecer.

Anker debería darse prisa, tenía que disfrutar más con Harry, pero lo peor que había podido hacer era enamorase. Harry gustaba de ella. Ojo una cosa es gustar y otra es estar enamorado. Una fina línea que si no se aclaraba todo quedaría en la basura.

Mystici [H.S]Where stories live. Discover now