Capitulo 5

175 15 31
                                    

La noche transcurrió sin más sobresaltos, pero la temida conversación tenía que producirse antes o después. Sam entro en la cocina con pesadez mientras se quitaba las legañas de los ojos. El sol recién empezaba a asomar por el horizonte. Mark no estaba presente y ninguno de los niños tampoco, la joven quería pensar que se debía a la hora y no porque la fueran a poner de patitas en la calle.

Sidney está concentrada preparando el desayuno, cuando se da la vuelta se topa con Sam y con una sonrisa cansada le pregunta:

—¿Quieres Café o prefieres otra cosa?

—Café por favor, solo —se sienta en uno de los taburetes—. Sidney, lamento mucho lo que paso anoche, tendría que...

Levanta la mano, invitándola a guardar silencio durante unos segundos. Prepara dos tazas de Café totalmente oscuro, y se sienta junto a Sam.

—No tienes que disculparte. Yo misma te invite a que disfrutaras tu tiempo como quisieras, aunque desde luego no esperaba que Tatum se te uniera, sobre todo cuando debía estar en su cama durmiendo. Dani empezó a llorar, normalmente cuando esta con sus hermanas se calma enseguida, pero en cuanto vi que no paraba entre en la habitación, al ver que las dos camas estaban vacías sentí miedo. Nunca me había pasado, tenía una sensación extraña. No es que fuera la primera vez que se escapaban, sin embargo algo me dijo que fuera a buscarlas. Es por eso que baje.

—¿Sera instinto de madre o quizás es que percibe la oscuridad que hay en tu interior? —sonríe Billy frente a ellas.

—¿Crees que esa sensación se debe a que yo estoy aquí? —pregunta Sam haciendo acopio de las palabras de su padre.

—Sam, si hubiera tenido esta sensación desde el principio no te habría invitado. Es cierto que compartís algunas cosas y al mismo tiempo sois totalmente diferentes.

—¿Cómo era mi padre? Me refiero a antes de que se le fuera la olla... Mi madre, bueno, cada vez que le preguntaba se cerraba en banda, solo escuche todo lo que Woodsboro ya conoce. Y ella solo fue un ligue pasajero, lo que había escrito en su diario era muy ambiguo.

Sidney apoya sus codos sobre la mesa y se queda pensante durante unos segundos.

—Billy y yo estuvimos juntos por dos años, imagino que eso lo sabes —Sam asiente y prosigue—. No sé hasta qué punto sus sentimientos hacia mi fueron reales o no, quizás antes de descubrir que nuestros padres estaban juntos, me quisiera de verdad.

—¿Si estuviera vivo le preguntarías?

Sopesa la pregunta por unos segundos. Niega con la cabeza y se vuelve hacia Sam.

—No, lo mejor que se puede hacer en la vida, es dejar a veces el pasado atrás. Si no, termina carcomiéndote por dentro hasta volverte loco.

Suspira dándole un largo sorbo a su café.

—Me recuerda a lo que me dijo Tara mientras estuvimos en NY, estaba enfadada conmigo porque la estaba marcando demasiado. Termino soltándome algo parecido...

—Todo esto que os está pasando, es lo que me paso a mí. Por desgracia es algo de lo que uno no puede huir, pero puedes ser libre y cuando se presente el momento, luchar contra ello —se levanta para coger una manzana—. Volviendo a tu pregunta, Billy era muy protector conmigo y leal con sus amigos. Fue un estudiante ejemplar también, creo que dio algunas tutorías.

—Déjame adivinar. Los profesores le pedían que ayudara a sus compañeros con las clases de Fisica y Quimica.

—Sí, esa era una de las materias. ¿Cómo lo sabes? —Sam enarca una ceja como diciendo Adivina y Sidney añade—. Tu madre fue una de esas alumnas...

EL REFUGIODonde viven las historias. Descúbrelo ahora