AL ENCUENTRO CON MI SECUESTRADOR

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Y mis padres por fin se dan cuenta de que he sido secuestrado y se ponen en acción inmediatamente: alquilar mi habitación.

Fue una ligera frase que dijo Woody Allen, recuerdo la vez que la dijo la prima Emma en una cena familiar, mi única reacción fue reír, he imaginar el hecho de que algún padre al enterarse de que su hijo ha sido secuestrado y su más noble y hermosa acción es empezar a buscar a quien alquilarle la habitación de su hijo.

Y en mi caso supongo que si me secuestran:

¿Qué pasará? ¿Alquilarán mi habitación? No, supongo que no, mis padres no necesitarán hacerlo.

¿Harán un escándalo público? Bueno, supongo que es probable, pero ¿Cómo reaccionaría la prensa al enterarse de que la hija menor de un importante empresario que nadie sabía de su "existencia" ha desaparecido? Carajos, eso sería un verdadero escándalo-sorpresa. Sería un total escándalo que mi existencia sarga a luz pública por desaparecer.

¿Mis padres me extrañarán? Nada, bueno, quizás sí y quizás no. ¿Por fin se darán cuenta de que me han dejado lo suficientemente sola para no tener idea de quién ha podido rastrarme? Supongo que la conciencia será su propia tortura.

¡Carajos! Ni siquiera puedo imaginar lo que pasara.

― Clear, ¿piensas bajar o quedarte ahí?― Salgo de mi laberinto de pensamientos tontos tras escuchar el llamado de atención de mi amiga.

Se supone que posiblemente sea un secuestro y yo estoy gastando la energía que debería usar para otra cosa en pensamientos ridículos, tratando de descifrar la reacción de mis padres, la verdad es que mis neuronas están afectadas verdaderamente.

Una limusina negra se estaciona frente a nosotras en el mismo que ponemos el pie en la acera frente a la calle de la salida, miro el reloj que cuelga en mi muñeca y exactamente son las 9:40 p.m. Exactamente, a tiempo llegamos, para nuestra suerte el chofer de May aún estaba estacionado al frente de mi casa, nos montamos corriendo y él voló de inmediato, la salida está a 5 minutos de mi casa y solo teníamos dos minutos para llegar, supongo que, si May no hubiese llegado en auto, no lo lograríamos.

Se abren las puertas de manera automática, May y yo nos miramos y en este momento es donde no sé qué hacer de verdad. May se adelanta para entrar mientras me ve titubear, la detengo ― Espera, ¿cómo sabes que ese es el auto que nos llevará? ― Ella me mira con unos ojos de cansancio.

―Clear, primero es una limusina y te hace falta ver más películas, se supone que se para a tiempo y abrió las puertas, no podemos esperar una invitación― Me jala dentro de la limusina adentrándome delante ella.

Noto como la puerta cierra y ponen el seguro de forma automática. Arranca y mi corazón se acelera pensando las mil cosas que nos podría suceder por montar e ir a ver a alguien desconocido. Sostengo la mano de May y ella me mira haciéndome seña que me calme, pero es lo último que puedo hacer ahorita.

Voy haciendo los mil rezos que escuchado decir en las Misas y los que mi abuela siempre rezaba cuando estaba pequeña, o al menos lo que recuerdo de ellos. Un telón negro nos divide del conductor, por lo que mi angustia es peor, ni idea de quién nos lleva. En caso de un intento de secuestro nosotras no tenemos idea del rostro del conductor y eso es peor.

Si algo que siempre es tenido presente, es que la acción de montarme a un auto de un desconocido y no poder ver su rostro, los vidrios están arribas y las puertas portan seguros automáticos, es que las cosas estarán algo feas.

Un semáforo y mi primera idea es tirarme de aquí, estoy tan inquieta que me ha comido todas las uñas. Llevamos alrededor de 10 minutos y siento que ha transcurrido toda una vida dentro de esta vaina.

DISCOVERING MYSELFDonde viven las historias. Descúbrelo ahora