DISCOVERING MYSELF

CONOCIENDO AL DESCONOCIDO

Ya sé que estoy algo loca por pensar que May puede ser la que tiene mi teléfono, pero la conozco y precisamente por esta razón es que sé que es capaz de esto.

Ya lleva un buen tiempo pidiéndome que salga con ella a lo que siempre me niego, así que, si aún no aparece nadie es porque debe ser ella quien está jugando la bromita, tampoco no puedo obviar el hecho que desde que llegamos está como loca tomando sin ningún tipo de miedo, ya sé que puede ser irresponsable, pero esto ya no es irresponsabilidad, no sé ni como llamarlo.

― ¿Acaso estás loca? ¿Crees que soy capaz de tal cosa? ― Responde indignada.

― May, eso de llegar a mi casa en menos de dos minutos con esa vestimenta tan acorde con la ocasión, me dice que ya estabas en camino y cerca, además de que tenías en propósito ir algún lugar, comportarte como si nada está pasando en esa limusina y tomar tan a gusto de forma placentera, me está dejando mis dudas.

― Clear, llegue a tu casa tan rápido y vestida, porque iba a una fiesta que daría Rein en su casa esta noche y si alguien quisiera secuestrarte no iba hacer tan estúpido de traerte aquí, además que, si quisieran secuestrarte, te habrían robado en la calle, ya que no es un secreto que todos los jueves va caminando a la escuela.

La verdad es que esto de ser la hija oculta por tanto tiempo me está afectando o creo que estoy jugando demasiado bien el papel.

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Más de una hora aquí sentada y siento que llevo una eternidad, el tipo este no pinta existencia por ningún lado y para rematar mi situación May ya está borracha, porque ha tomado como loca, como si el mundo se va a terminar esta noche.

Una chica al frente que no me aparta de su vista, dos hombres vestidos de negro con gafas al extremo de las esquinas, no sé, pero creo que están fijados en nosotras y el joven mesero que solo está para servir al alcoholismo de May. ¡Esto es muy abrumador!

Tres personajes están al frente de nosotras, llegaron hace más o menos media ahora, no puedo apreciar sus rostros, porque la luz ha sido bajada y está tornada de color violeta, no puedo apreciar sus rostros, porque llevan antifaces. Dos de frente y uno que da su espalda y tengo la percepción que han hablado de nosotras.

― Vamos a bailar― Dice May acercándose a mi oído. La miro con cara de enojo y ella muestra una gran sonrisa. No me tiene nada conforme su forma de tomar y más cuando se supone que debe estar bien sobria si nos encontraremos con alguien desconocido.

No le digo nada, porque estoy enojada y aburrida y sin ganas de pararme de aquí, al menos que no sea para ir a mi casa. Además, que ella sabe que no bailo delante de las personas.

― Bien, voy sola, ¡amargada! ― La veo pararse del asiento, pero se tambalea al ponerse de pie, me lanzo de rápido sosteniéndole.

― Bien, solo esto me faltaba, que te emborraches en menos de una hora― Digo fastidiada.

― ¿De qué hablas Clear? No estoy borracha― Dice mientras me pica la nariz con su dedo y sin dudas eso es signo de borrachera.

― Cómo es que te emborrachas con par de copas, pensé que tomabas mejor. Y el cormo es que era champaña, ¿cómo te alcoholizas con champaña y acabas borracha May? ― Le digo sin comprender por qué está tan borracha que ni sostenerse puede en sus pies.

Ella ríe― No solo tome champaña, solo fueron las dos primeras copas, luego el mesero me recomendó una bebida súper deliciosa, llamada Abtensa, Ebtensa, Ibsenta...o no sé qué, en fin... era algo parecido a eso, jamás la había probado, pero está súper. ― ¿Qué? ― Le respondo rápido, abriendo la boca de todo el tamaño. Es increíble que se atreva a tomar Dios sabe qué y ni el nombre le sepa a lo que se metió en el estómago.