En mi mundo (Bridgerton) ✔️

Capitulo 16

Esa semana su majestad La Reina organizó un almuerzo, la sociedad entera estaría ahí, y sería la primera vez que Colin se encontraría con Penélope desde aquella noche en la que....

Todo paso tan rápido, aún me cuenta recordar todas las palabras que se dijeron esa noche. Pensaba Colin dando vueltas en su habitación. Estaba Nervioso.
No se si podré recuperar su amistad, he sido el mayor de los idiotas se repetía una y otra vez. ¿Y si no quiere verme? Se frenó en seco y algo como un mareo casi lo hace perder el piso.

Ese día ni siquiera bajo a desayunar su madre incluso pensó que estaba enfermo así que no se esperaba verlo bajar las escaleras cuando ya se disponían a salir con rumbo al palacio Real.

—Hijo creí que estabas indispuesto, no te vimos en el desayuno. —dijo Violet sorprendida.
—hee... si, pero ya me siento mejor —dijo rascándose la cabeza tratando de recordar si de verdad se había perdido el desayuno. Y de hecho no mintió, si se sentía indispuesto, al menos emocionalmente.
—Que bueno que estás mejor hijo. Ya vez te dije que pronto superarías todo lo qué pasó, —le dijo con una sonrisa —no hay nada que no puedas hacer.

Si excepto buscar a Penélope y pedirle perdón. se decía a si mismo y por fuera dibujaba una sonrisa no muy convincente.

En la Casa Featherington, Penélope no quería ir Al almuerzo de la reina y estuvo insistiendo mucho hasta que logró convencer a su mamá de dejarla en casa, también ayudo que se pusiera a toser desde muy temprano, Penélope si que sabía muy bien como zafare de algunos eventos sociales.

—Adiós mamá, adiós hermanas disfruten el día —dijo Penélope —coff coff coff — tosió un poco para reforzar su pequeña mentira.
Portia solo torció los ojos ya se imaginaba que todo era un teatrito pero no discutió por eso, igual tendría mucho trabajo con dos de sus hijas, ya que aun quería encontrarles marido esta temporada.

El palacio estaba espectacular, el jardín exquisitamente decorado con todo tiempo de flores primaverales. Arcos decorados por todo el jardín. Y la Reina disfrutaba en su espacio preparado solo para ella y su corte.
La música hacía que todos pasaran de unos momentos muy agradables.

La reina no había tomado represalias en contra de las Featherington, solo les hizo un llamado de atención y gracias a que la dama en cuestión había partido de Londres, todas pudieron seguir con su vida casi normal.
Casi, por que un gran porcentaje de la sociedad miraban con desagrado a Lady Portia, por su puesto incluida Lady Bridgerton.
Pero Portia tenía claros sus objetivos de esta temporada así que tubo que tragarse su orgullo y después de ofrecer disculpas pudo continuar con su cometido.

Llegaron los Bridgerton al jardín, incluida Daphne, no se había presentado en ningún evento desde que regreso, sola.
La multitud se abalanzó sobre ella, la invadieron con preguntas, las cuales incluían 1) saber el paradero de su esposo el duque de Hastings, o 2) si ya estaba esperando al heredero.
Daphne como toda una dama y muy bien preparada pudo salir ilesa de todas las preguntas incluso a las de la Reina. Y en todas dejo muy bien librado a su esposo. Tenía la esperanza de que pronto volviera y de que todo se arreglará.
Lo amaba, de verdad lo amaba.

Colín aprovechó que todos estaban molestado a Daphne para buscar a Penélope. Si voy a hacerlo, el momento es ahora pensaba, caminó por un buen rato esquivo a unas cuantas señoritas y unas madres también. En otras circunstancias se hubiera detenido a saludar, e incluso a compartir un que otro coqueteo con las señoritas pero ese no era el momento, estaba decidido a encontrar a Penélope.

No la miró por ningún lado y cuando vio a Eloise regresar de hablar con Prudence. La alcanzó y le preguntó
—Eloise, ¿donde está Penélope?
—lo siento se quedó en casa, —le respondió Eloise. —Prudence dijo que estaba enferma.
Colín dejó caer lo brazos tenía una fuerza acumulada en su estómago y cuando supo que no estaba ahí simplemente la soltó.
—¿Por que lo preguntas hermano?
—Es solo por curiosidad. — ¿por que me cuesta tanto decir la verdad? Se dijo a si mismo.
Eloise lo miro extrañada, — ¿Estás seguro? —le preguntó ella.
—Que si, —le gritó él. —y así sin más se alejó de ella.