En mi mundo (Bridgerton) ✔️

S3 cap 23

Si Colin creía que sus momentos con Penélope hasta ese día eran los mejor que le había pasado... no se comparaba con la realidad de verla caminar por el pasillo de la iglesia.

Caminar hacia él para sellar su amor frente a Dios y a la nube de testigos presentes.

Caminar hacia él con la mirada radiante y brillosa por las lágrimas no derramadas.

Caminar hacia él con su semilla creciendo dentro de ella.

A petición de lady Featherington, el vizconde fue quien caminaba al lado de Penélope para entregarla a su hermano Colin, pero fue tanta su desesperación que Colin corrió para encontrar a Penélope a la mitad del camino.

Siendo absolutamente nada delicado la arrancó del brazo de su hermano y la levantó envolviéndola en los suyos.

La hizo girar en sus brazos completamente emocionado hasta las lágrimas.

—te amo tanto Penélope. Tanto, tanto. —gimió con su cara enterrada en su cuello.

Penélope le respondió con la mirada y también le dijo lo mucho que lo amaba.

—ahora vamos a casarnos. —le susurró al oído. —tengo planes para nosotros por el resto de la eternidad.

***

—Colin, si pudiera reescribir nuestra historia... no le cambiaría nada, porque ese pasado y este presente son los que harán nuestro hermoso futuro juntos. Hoy... me entrego a ti, para amarte, honrarte, respetarte y cuidarte desde hoy y hasta el día de mi muerte. Y de ser posible aún después, porque formar una familia a tu lado solo puede ser comparado con el cielo. Soy tuya.

Penélope terminó sus votos con un nudo en la garganta. Hasta ese momento pudo sentir que de verdad su mundo real estaba completo. Ya no era más una fantasía. Nunca más tendría que soñar con un mundo inventado. Nunca más tendría que soñar despierta. A partir de ese día cualquier fantasía no podría ser comparada con su nueva realidad.

—Penélope, te amo. Te amo con todo lo que soy, todo lo que he sido y todo lo que espero ser. Te amo con mi pasado y te amo por mi futuro. Te amo por los hijos que tendremos y por los años que tendremos juntos. Te amo por todas y cada una de mis sonrisas y, más aún, por todas y cada una de tus sonrisas. Y por si no es suficiente...
Te amo.

Colin sabía a ciencia cierta que no habría en la historia un amor más grande que el suyo. Que por generaciones se hablaría de su historia de amor. Que todos soñarían con un amor parecido al suyo, pero que siempre quedaría en eso. Sueños. Porque el reconocimiento para el amor más grande siempre sería para su historia con Penélope.

—por el poder que me confiere la iglesia... hoy los declaró marido y mujer.

Colin no escuchó cuando el arzobispo le daba permiso para besar a su esposa porque ya la tenía sujeta de la nuca y cintura. Sin poder esperar un segundo más para demostrarle al mundo que esa hermosa y perfecta mujer era suya.
Solo suya.

Los ojos de Penélope se abrieron con el impacto de los labios de Colin, pero pronto cedió al deseo que tenía por su ahora esposo y rodeando su cuello con sus brazos temblorosos le respondió en su primer beso como marido y mujer.

Ambos sintiendo el sabor salado de sus lágrimas. Sintiendo el sabor de la felicidad.

***

—te amo! —dijo Colin con milésima vez en la misma tarde.

—y yo te amo a ti. —respondió ella. —y Nunca me cansaré de escucharlo de tus labios.

—y yo no me cansaré de decírtelo y demostrártelo nunca, ahora se lo que realmente es vivir. Antes solo existía. Hoy vivo. Por ti y para ti y nuestra hija. —dijo extendiendo su mano para tocar el vientre aún plano de Penélope.

—sshht no lo digas tan alto. Alguien podría oírte. —le reclamó ella.

—creo que es hora de que te escolte a tu nuevo hogar. —le dijo Colin al oído después de besar su punto sensible detrás de su oreja.

—Colin! Aún es temprano. ¿Qué van a decir nuestros invitados!?

—van a decir que ya he tardado demasiado en dar por terminada nuestra presencia aquí. —le suplicó con la mirada. —necesito hacerte el amor Penélope. Necesito besar tu vientre y decirle a Ágatha que lo logre. Que me costó mucho, pero que al final lo logré.

Penélope sintió un pinchazo en el corazón. Era de pura felicidad. Asintió con la cabeza.

—iré a despedirme de mi familia —dijo suspirando. Y Colin la miro caminar.

"Estoy seguro de que pudiera morir hoy y lo haría completamente feliz... pero también estoy seguro de que no permitiré que eso pase sin haber vivido una y mil vidas con el amor de mi vida.
Mi Penélope."

***

Penélope flotaba en los brazos de Colin mientras subían por las escaleras de su nuevo hogar. Y su mente también estaba en las nubes. No recordaba que alguna vez en su vida hubiera sido más feliz.

Al entrar en su dormitorio sus pies tocaron el piso y estos casi ceden al mirar las centenas de velas pequeñas que adornaban por todo el suelo y el camino de pétalos rojos que guiaba hasta la cama donde aún más pétalos formaban un corazón y las iniciales C y P Justo en el centro.

Se llevó una mano a la boca y no pudo evitar derramar un par de lágrimas.

—Colin, esto es hermoso. —le dijo girándose para verlo a los ojos y le rodeó la cintura con sus brazos.

—nada es más hermoso que tú, que este momento contigo. —el corazón de Colin era el que hablaba. —Penélope, mi esposa, mi reina, viviré para darte el mundo. Pero Justo ahora siento que si no te hago el amor... podría morir.

—entonces, hazlo Colin! Yo necesito que me hagas el amor. —la súplica en su voz y en su mirada fue todo lo que Colin pudo aguantar.

Su autocontrol se desvaneció con esas palabras y se perdió en ella.

Esa noche no fue como las anteriores y sabía que solo sería el principio de algo que no tendría final jamás.

Esa noche le hizo el amor a Penélope Bridgerton. Su esposa, su amante, su mejor amiga, Su confidente, su Reina y la madre de todos sus hijos. Esa noche supo que así pasaría el resto de su vida.

Haciéndole el amor de todas las maneras posibles a la mujer que le dio una razón de vivir. Y por la cual viviría.

—te amo tanto —dijo Colin entre embestidas. —no lo sabes, pero tú me salvaste. —la beso ferozmente para que no hiciera preguntas. Ya habría tiempo para contarle esa historia.

Colin se derramó dentro de ella sabiendo que pelearía con la misma muerte la aveces que fuera necesario para tener un minuto más en los brazos de su amada.

***

Tres días después emprendieron su viaje de luna de miel. El destino era un secreto para Penélope. Solo sabía que era un destino importante para Colin.

Llegando a una playa preciosa Justo para ver el hermoso atardecer Colin tomó la mano de su esposa la rodeó con sus brazos haciéndola chocar su espalda en su pecho.

—te voy a contar una historia....

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Chamacas este capítulo me gusto mucho 🥹🥹🥹 ahora si estamos a un par de capítulos para el final.
Gracias por seguir esta mi versión de cada temporada en la historia de nuestros amados Colin y Penélope.