"Roomie" - [HaruKyu]

Cap. 8: Amigos En Casa

Algunos días habían pasado. Habían logrado llevarse bien después de un par de días y hasta ahora no llevaban o tenían algún tipo de desacuerdo o problema. Junkyu le había enseñado a cocinar, por lo que actualmente cada quien comía por su cuenta. Haruto solía preparar su comida por las noches y sólo ocasionalmente sus horarios se alineaban para comer juntos.

Canny amaba la presencia de Haruto. A veces Haruto la cuidaba, normalmente estaba dormida, pero cuando despertaba siempre se tomaba un tiempo para jugar con ella mientras Junkyu no estuviera. Haruto se había convertido en su niñero favorito.

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— Asignaré un tema a cada equipo. Los equipos estarán conformados por 6 integrantes y tendrán una semana para desarrollar el tema.

Haruto anotaba las indicaciones, cuando alguien lo jaló hacia adelante abrazándolo.

— Seremos equipo, ¿verdad? — habló un moreno, mirando además a Asa y a cuatro más que asintieron inmediatamente.

— Jeongwoo, déjalo respirar al menos. — habló Asa, logrando que este soltara al japonés finalmente.

— Podríamos quedarnos un rato en la biblioteca después de la escuela. — dijo un joven con chaqueta deportiva, su nombre era Junghwan.

— No lo creo. — respondió quien era la pareja del antes mencionado. — El club de ajedrez hoy jugará y no dejarán entrar a nadie más. — su nombre era Doyoung.

— Me gustaría invitarlos a mi departamento, pero mis romis se la pasan todo el día en la sala y no tendríamos espacio para trabajar. — dijo Pahrita alzando la mano y después bajándolo al terminar de hablar.

— Asa y yo vivimos muy lejos. Tal vez podríamos quedarnos en el jardín, en alguna mesilla. — propuso Jeongwoo.

Los otros asintieron estando de acuerdo con la idea.

— O podemos ir a mí casa. — dijo Haruto. — No tengo inconvenientes y no está muy lejos.

— ¿Tu... Roomie no se molesta? — preguntó Doyoung.

— Bueno, constantemente me dice que puedo invitar a alguien si quiero, y que no hay problema. Así que supongo que no. — respondió el japonés. — Él es muy buena persona, les asuguro que les agradará mucho.

— Que sea en la casa de Haruto, entonces. — repitió Asa.

Los demás estuvieron de acuerdo con lo dicho.

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Por la tarde, Junkyu se encontraba en la sala de su casa. Jugaba con su hija, quien se divertía yendo detrás de una pelota que le era lanzada y después ella la lanzaba de vuelta. Canny había comenzado a gatear, por lo que últimamente era muy hiperactiva e inquieta. Le encantaba ir y gatear de un lado a otro, que su madre lo persiguiera, fracasando al momento de atraparla, abrazarse a las piernas de Haruto y que este se uniera al juego, persiguindola por toda la casa.

Junkyu lanzó nuevamente la pelota y Canny gateó hacia donde cayó. Se sentó en aquel lugar y tomó la pelota volteando con Junkyu.

— Vamos, damela... — llamó Junkyu alzando ambas manos.

Canny estuvo a punto de hacerlo, cuando escuchó que alguien estaba abriendo la puerta. Esperó un par de segundos, y al escuchar la voz de Haruto, empezó a gatear hacia la puerta.