Cap. 14: Una charla y una noche inesperada

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Haruto dejó dos tazas de té sobre la pequeña mesa en su habitación. Regresó a la cocina y al volver a la habitación llevó un par de cucharas y la azucarera, junto a dos rebanadas de pan con mermelada encima. Tomó asiento sobre la silla de su escritorio y pronto llegó Junkyu, con la pijama puesta y una mantita para él y para su acompañante.

El clima no era lo suficientemente agradable como para estar en la sala, además, Haruto se encontraba terminando una maqueta a la que ya sólo le daba toques finales.

— Al fin se quedó dormida. — susurraba con una sonrisa. — Está muy feliz con todo lo que Jihoon le compró.

— Jihoon le tiene mucho cariño a su hija.

— Lo sé. Siempre ha sido un amor con ella. — respondió el mayor entregándole aquella manta. Junkyu finalmente tomó asiento sobre la cama, abrigandose también.

— ¿Quiere contarme?

— Preferiría que empezaras tú. — respondió el mayor. — Escucha, Haruto, me importa mucho que me conozcas para que sepas por qué debes de tener cuidado, también porque confío en ti y me interesa que tú no tengas una mala imagen de mí. Confío en ti, Haruto, y me gustaría que tú también confiaras en mí.

Haruto asintió, soltó un suspiro y sacó su citatorio.

— Pues... quiero aclarar que no fue mi culpa. — aclaró. — Mis amigos y yo estábamos jugando, pasandonos un plato de comida que ninguno quería. Entonces Jeongwoo empezó a lanzar cucharadas de eso hacia nosotros, y de repente toda la cafetería lo hizo también. No fue mi culpa, pero todos nos acusaron. Lo peor es que el profesor Mashiho y el profesor Yedam estaban ahí, y nos señalaron como culpables. No sé qué le dijeron al director, pero terminaron por mandarnos un citatorio a todos.

— Esos profesores...

— Me odian. — respondió el menor. — Ellos me odian y no sé por qué. Sólo no les agrado, y mis amigos tampoco les agradan. Son un par de amargados, se la pasan jodiendo contra nosotros toda la clase.

— Tal vez pueda hablar de eso con ellos también. — propuso Junkyu. — No está bien que un profesor te haga sentir como lo dices.

— La verdad se lo agradecería mucho, hyung. Odio que ellos siempre se hagan los que tengan la razón en todo, sobre todo el profesor Mashiho, aunque el profesor Yedam no se queda atrás, se la pasa criticando todo lo que hago.

— Parece que realmente tengo que hablar con esos dos. No está bien lo que hacen. — Junkyu tomó su taza de té y sorbio un trago, abrigandose con aquella manta. La noche era bastante fría, por lo que contrajo sus piernas a su cuerpo, abrazandolas y abrigandolas. — No te preocupes, Haruto, tu hyung está aquí para salvarte.

Ambos soltaron una risa ante lo dicho. Junkyu tomó el control de la televisión y la encendió, bajando el volumen para no despertar a su hija.

— Gracias por no regañarme. Creí que lo haría.

— No tengo por qué hacerlo. — respondió mientras buscaba algo que ver. — Sé que no eres una mala persona. Creo en ti.

Haruto empezó a comer mientras veía a la televisión.

Era cómodo estar los dos así. El menor jamás había experimentado algo así, Junkyu era tan cálido que estar con él era cómodo, incluso si no decían nada.

— Es mi turno, ¿verdad?

— Tómese su tiempo. — respondió el japonés. — Me gusta esa. — agregó señalando a una película animada.

Junkyu la puso sin preguntar y dejó el control sobre la mesa.

— Y... ¿Qué quieres saber, entonces?

"Roomie" - [HaruKyu] Место, где живут истории. Откройте их для себя