"Roomie" - [HaruKyu]

Cap. 10: "Jihoon"

Era fin de semana, como siempre, el japonés acostumbraba levantarse tarde, y Junkyu no era la excepción, a menos que tuviera trabajo pendiente y este era un día de esos. Tenía un par de pedidos de costura que algunos vecinos le habían pasado durante la semana, eran bastantes, por lo que estaría ocupado al menos todo el día.

Se encontraba en la sala, sentado en su sofá mientras descosía la bastilla de un saco, apoyándosede un descosedor y apoyando su vista con sus lentes, los cuales sólo usaba cuando trabajaba. Su vista no era realmente buena, por ello los usaba, pero estos no eran aptos para usarlos durante el día, razónpor la que sólolos usaba para trabajar. Tenía la tele encendida, pero sólo la escuchaba. Su hija estaba a su lado, tomando su biberón mientras veía caricaturas. Canny siempre despertaba cuando Junkyu se levantaba de la cama, así que por eso estaba despierta desde temprano.

— Mamá... — llamaba Canny señalando lo que había en la televisión. — ¡Mamá!

Junkyu levantó la mirada ligeramente, diría algún comentario sobre lo que sea que viera primero, pero no esperaba ver a su ex novio en televisión.

Dejó lo que hacía, soltando su descosedor y la prenda que traía, y fijó toda su atención en la televisión.

"Yo soy Kanemoto Yoshinori. El futuro heredero de la empresa 'KNMT', encargada de la producción de la mayoría de los programas infantiles que usted, junto a sus hijos, puede ver por este canal..."

— ¿Qué hace él en televisión? — susurró, sin poder creer lo que veía.

"Es un placer para mí informarles que pronto estarán disponibles los nuevos accesorios de una de sus caricaturas favoritas, 'la casita del koala'. Tendremos disponibles los personajes en tres diferentes tamaños. No se olvide de los ya disponibles en tienda..."

Junkyu se quitó los lentes dejándolos sobre la mesilla de la sala.

Canny adoraba esa caricatura, tenía toda la línea. Junkyu la odiaba con todo su ser, pero era algo que hacía feliz a su hija y no tenía otra opción más que aguantarlo.

Pero había una sola cosa que a Canny no le gustaba de esa serie, y la misma razón por la que había llamado a Junkyu desde un principio. Canny le tenía mucho miedo a Yoshinori. Bastaba con las incontables veces en las que era testigo de este gritándole a Junkyu, incluso llegar a verlo intentar golpearlo, o hacerlo. Junkyu nunca se quejaba o decía algo, sabía que su hija podría escuchar o llorar por su culpa.

Junkyu se levantó del sillón tomando su teléfono. Le pediría a Jihoon verlo, necesitaba que cuidara de Canny un rato mientras entregaba algunos pedidos. Prefería salir y distraerse un rato. Ver a Yoshinori siempre le traía un mal sabor de boca.

Llamó, pero antes de poder decir algo, escuchó que llamaban a la puerta. Dejó su celular sobre la mesa, creyendo que había colgado.

Seguramente sería Jihoon.

Abrió la puerta sin fijarse o preguntar antes, y cedió el paso.

Yoshinori entró a la casa.

— Qué amable estás hoy, precioso. — respondió este.

Junkyu cerró la puerta de un azotón al verlo entrar. Genial, ahora sería más difícil deshacerse de él.

— ¿Qué haces aquí? — preguntó caminando detrás de él.