Capítulo 13

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−Buenas noches,−le dijo Camila a Sato, mientras entraba en los ascensores. Pasaría el resto de la noche parado en el vestíbulo. Las puertas se cerraron detrás de ellas y ella miró a Lauren −Algunos comienzan a las vacaciones.

Lauren sonrió irónicamente.−No es exactamente lo que había planeado.

Camila levantó una ceja.−Me parece recordar que tenías una agenda. Solo parcialmente cumplida.

Riéndose, Lauren le pasó un brazo por la cintura y Camila apoyó la cabeza contra el hombro de Lauren. Lauren besó la parte superior de su cabeza. −¿Cansada?

−Más que cansada. −Las puertas del ascensor se abrieron y caminaron por el pasillo hasta su apartamento. Lauren saludó al agente allí y les indicó que entraran. −Siempre hay un mañana.

Camila la tomó de la mano. −¿No es así como empezamos el día?

−Nunca pasa de moda.

Camila la besó.−No, nunca lo hace. Eres la única cosa sana en mi vida.

Lauren enmarcó su rostro.−Lo mismo va.

−¿Qué opinas de Ari Rostof?−Preguntó Camila mientras se dejaba caer en el sofá con un suspiro.

−Como esperaba, ya que la recomendaste. − Lauren se acomodó a su lado y ahuecó su nuca. Masajeando los músculos tensos allí, tamizó el cabello de Camila a través de sus dedos.−Decisiva. Inteligente. Manejó bien la prensa.

−Eso suena como un respaldo positivo.

−Concedido. Me recuerda un poco a ti.

−¿Oh?−Dijo Camila, mirando a Lauren de reojo.−¿Cómo es eso?

−Confiada, capaz, independiente. ¿Te diste cuenta de que no consultó con nadie antes de tomar su decisión?

−Lo sé. No me sorprende, dada su situación. Nikolai Rostof podría asfixiar a cualquiera que no fuera lo suficientemente fuerte como para abrirse camino.

−Tal vez por eso me recuerda a ti,−dijo Lauren.−Ambas tuvieron que luchar para dar forma a sus propias vidas frente a algunas dinámicas familiares bastante restrictivas.

−Tal vez. Sin embargo, nuestros padres son muy diferentes. El mío era controlador, pero porque tenía que serlo. El suyo, creo, porque esa es su naturaleza básica.

−Una buena distinción,−reflexionó Lauren, acercándola,−pero imagino que sentiste lo mismo cuando eras joven.

Camila cerró los ojos y apoyó la cabeza contra el hombro de Lauren.−Sí, lo hizo, y es por eso que te amo. Porque lo entiendes. −Buscó en la cara de Lauren.−Estás atrapada en todo eso ahora también. Solo mira lo que pasó con nuestras vacaciones.

−Eso habría sucedido de todos modos, incluso si no estuviera locamente enamorada de la hija del presidente.−Camila se rió y Lauren la besó.−Mi trabajo, después de todo.

−Entre las dos, nuestra vida no es realmente la nuestra, −dijo Camila.

Felizmente, la nota de tristeza que una vez acompañó a esa verdad desapareció de su voz. Lauren asintió con la cabeza.−Sí. Todavía tenemos un largo camino por recorrer, con tu padre mirando otro mandato como presidente.

−Lo sé. ¿Te parece un sacrificio?

−No. ¿A ti?−Dijo Lauren.

−No mientras yo te tenga a ti.−Camila respiró hondo.−Sabes, la cama suena muy bien ahora. Lauren leyó el cansancio en sus ojos, se puso de pie y la arrastró por el pasillo hasta la habitación.

11 - COSTE DEL HONORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora