Capítulo 60: No estás sola.

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C A R O L I N A

El show había terminado hace un par de horas, y desde entonces me había dedicado a ignorar mi celular, que no dejaba de sonar. Agus y Pau no paraban de llamarme, y el ringtone solo aumentaba mi nerviosismo.

Mi mejilla seguía maquillada, pero la inflamación apenas había bajado a pesar del hielo y tenía la sensación de que si atendía alguna de las videollamadas, Agus notaría de inmediato que algo andaba mal. Además, sabía que no podría mentirle si llegase a preguntarme algo. No a él, no mirándolo a la cara.

Al entrar a la habitación del hotel junto con mi hermana, mi teléfono volvió a sonar dentro de mi bolso. Otra videollamada entrante de Agus. Otra videollamada que rechazaba.

-Deberías de atender. Si no lo haces pronto, se preocuparan aún más y puede que empiecen a sospechar que algo malo ha pasado-Dijo Natalia tirándose a la cama.

-Lo sé. Es solo que me preocupa que noten el golpe.

-Pues no sería mala idea que Agus se enterara. Estoy segura de que le daría su merecido al imbécil de Jandino.

Negué con la cabeza mientras ella se reincorporaba y se sentaba en el colchón.

-Sé que es impulsivo y justo por eso no quiero que se entere. No quiero que se meta en problemas por mi culpa.

-Terminará por enterarse, Caro. Lo quieras o no.

Lo sabía, pero prefería fingir que no, que podría ocultarselo. Así que en vez de responder, me di la vuelta para comenzar a guardar mi ropa dentro de la maleta. Mañana a primera hora saldríamos a México, así que tenía que dejar todo listo esta misma noche si es que no quería olvidar nada.

-¿En verdad no piensas contarle?-Preguntó después de pasar un rato en silencio. Solté un suspiro pesado y me di la vuelta para mirarla.

-¿Para qué quieres que le cuente, Natalia? Es un asunto mío, él no tiene nada que ver en esto.

-Bueno, técnicamente, algo sí tuvo que ver. Digo, Jandino estaba celoso de él, ¿No?-Asentí levemente con una mueca-Pero bueno, a lo que voy es que... Yo haré todo lo posible para que Jandino no se te vuelva a acercar, ¿Si? Pero... No nos vendría mal tener ayuda masculina, ya sabes, por si a este loco se le ocurre golpearnos esta vez a las dos. Porque queramos o no, nos gana en fuerza bruta. Más bruta que fuerza, pero ya me entiendes.

-¿Y Agus es tu mejor opción?

-Sé que está comprometido y todo eso, pero a pesar de todo, ese hombre es capaz de hacer cualquier cosa por ti, Caro. Así sea la mayor estupidez del mundo, ¿Sabes por qué?-La miré sin responder-Porque te adora, hermanita. Y esté con quién esté, eso no cambiará. Siempre serás ese rayito de luz que hace que le brillen los ojos y estoy segura de que te protegería a toda costa con tal de que nadie te apagara. Así que, sumándole a eso el hecho de que entrena casi tanto como canta y practicó boxeo un año... Sí, considero que él es nuestra mejor opción.

Bajé la mirada hasta la puntas de mis pies para evitar darle algo de razón. Y, si soy sincera, también para que no notara el leve rubor en mis mejillas.

-No falta mucho para su boda, no quiero que se preocupe por problemas que no le corresponden-Murmuré.

-Caro...

Papá... ¿Qué es Aguslina? [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora